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El Ejército yugosolavo libera al presidente bosnio y abandona su cuartel en Sarajevo

ENVIADO ESPECIALLos combates entre el Ejército serbio-federal y las milicias de Bosnia-Herzegovina se reanudaron ayer en Sarajevo a pesar de la liberación, a media tarde, del presidente de la república, Alia Izetbegovic, capturado el sábado, por el Ejército en el aeropuerto, cuando regresaba de la Conferencia de Lisboa. Esta liberación fue fruto de un acuerdo que permite la evacuación de las tropas federales acantonadas en el cuartel general del Ejército de Bosnia, que estaba asediado por los musulmanes.

Tras permanecer 24 horas "secuestrado", según sus palabras, en el cuartel serbio-federal en Lukavica, a 10 kilómetros de la capital, Izetbegovic fue liberado gracias a la mediación de representantes de la fuerza de paz de la ONU.

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La destrucción de una ciudad

Cuando el convoy de 25 vehículos en los que viajaban Izetbegovic y el general Milutin Kukanjac, jefe de la II Región Militar Yugoslava y máximo representante del Ejército en Bosnia-Herzegovina, abandonó el cuartel de Lukavica, los últimos nueve camiones fueron asaltados por fuerzas musulmanas. La milicia musulmana se repartió el material militar que llevaban los vehículos.

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El Ejército federal anuncia represalias por el ataque al convoy que dejaba Sarajevo

Viene de la primera páginaEl general Kukanjac se dirigió a la población a través de la televisión poco después del asalto del convoy en el que las tropas del Ejército federal abandonaron su cuartel general. "Estoy indignado declaró el general, y añadió 11 se verán las consecuencias de este acto".

Si algunos indicios aventuraban que el Ejército no aceptaría durante mucho tiempo el acuerdo alcanzado por la mañana con la mediación del representante personal de Lord Carrington en Sarajevo, el irlandés Calm Doyle, después del ataque del convoy militar se teme que el Ejército utilice cohetes tierra-tierra contra la ciudad de Sarajevo.

A media tarde el presidente en ejercicio, Eyup Ganic, miembro independiente en la presidencia, hizo un llamamiento a la comunidad internacional para a poner un freno a "la barbarie demostrada por el Ejército" durante la dramática jornada del sábado.

A lo largo de todo el día los barrios musulmanes de Butinir y Sokolovci volvieron a ser objeto de ataques artilleros del Ejército. Desde los montes del noroeste, llegaban a la ciudad los estruendos de las explosiones y ráfagas de ametralladora de una batalla entre milicias musulmanas y voluntarios de diversas milicias serbias llegadas en las últimas 36 horas a reforzar el cerco a La ciudad.

El cuartel general del Ejército, en pleno centro, se hallaba totalmente rodeado por fuerzas musulmanas reforzadas por material militar arrebatado al "enemigo" en la cruenta batalla de Sarajevo del sábado.

A primera hora de la mañana quedaban cadáveres en la calle sin recoger. Los restos de tranvías y automóviles calcinados y los escombros bloqueaban algunas de las principales arterias de la ciudad.

Es imposible dar una cifra fiable del número de víctimas, ya que la mayoría de los irregulares serbios muertos o heridos fueron evacuados inmediatamente por sus companeros en helicópteros del Ejército. Sin embargo, frente a la decena de muertos y más de un centenar de heridos por parte bosnia, testigos independientes pudieron contar por las calles.de Sarajevo no menos de una veintena de cadáveres de soldados y oficiales yugoslavos. Fuentes de la defensa territorial bosnia manifestaron que los muertos en "la otra parte superan el medio centenar" y los prisioneros son cuantiosos.

Numerosos edificios oficiales y viviendas fueron completamente destruidos durante una batalla de increíble fiereza que se prolongó desde la una del mediodía del sábado hasta la madrugada del domingo.

Según fuentes de la presidencia de Bosnia-Herzegovina, varios centenares de guerrilleros de las temidas bandas de Arkan, del diputado fascista Vojislav Sese1j y de las Águilas Blancas, responsables de algunas de las mayores atrocidades cometidas en ciudades de mayoría musulmana asaltadas recientemente por fuerzas serbias, avanzaban sobre la ciudad. En llamamientos por radio, el gobierno pidió la autodefensa de todos los ciudadanos en armas en los barrios de las laderas periféricas de Sarajevo.

Misión de la CE

Los observadores de la Comunidad Europea (CE) desplazados a Yugoslavia decidieron ayer suspender sus actividades en territorio de Bosnia-Herzegovina en protesta por la muerte de uno de ellos, de nacionalidad belga, que supervisaba la reparación de una central eléctrica en Cula, cerca de la ciudad de Mostar, cuando ésta fue atacada por el Ejército federal. Caetano Silva, portavoz de los observadores anunció que la suspensión de sus actividades será "por tiempo indeterminado", y servirá para "reconsiderar" la actuación de los observadores en la zona del conflicto.

La CE expresó ayer su más repulsa por la muerte del observador, un día después de que los ministros de Exteriores comunitarios reunidos en la ciudad portuguesa de Guimaráes, reconocieran a la república de Macedonia siempre que cambie de nombre.

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