_
_
_
_
VUELTA A ESPAÑA

Una locomotora

Carlos Arribas

Los rodadores holandeses siempre se han merecido el sobrenombre de locomotoras humanas. Cuando el mítico equipo Ti-Raleigh tomaba el mando del pelotón a principios de los años 70, la impresión que causaban era verdaderamente la de una fuerza más que humana que tiraba de forma insoportable de una masa compacta hasta convertirla en una hilera. La comparación con un tren no era descabellada.Jelle Nijdam, vencedor ayer en Jerez, es un ejemplar modernizado de aquella raza. A principio de temporada elige. sus objetivos y cumple con ellos con precisión. Suele ser selecto. Busca que su mejor forma coincida con los grandes escenarios y casi nunca se va de vacío. El año pasado obtuvo 10 triunfos: varios prólogos, etapas de menor cuantía y, sobre todo, una etapa en el Tour conseguida a su más puro estilo. No es hombre de sprints masivos sino que gusta de atacar largo en el último kilómetro, cuando aparece el triángulo rojo. Ahí es imparable: toma 10 metros de ventaja al pelotón y pone la locomotora a 70 por hora.

Más información
Nijdam rompe el sueño de Mauri

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Carlos Arribas
Periodista de EL PAÍS desde 1990. Cubre regularmente los Juegos Olímpicos, las principales competiciones de ciclismo y atletismo y las noticias de dopaje.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_