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ECOLOGÍA

El parque nacional de las Tablas de Daimiel, en peligro por el corte de agua del Tajo

El parque nacional de las Tablas de Daimiel (Ciudad Real) no está recibiendo aguas del trasvase Tajo-Segura, aportación artificial de la que depende totalmente para su supervivencia. La extensión de la zona inundada del territorio de protección es la mitad de lo habitual a esta altura del año, y la situación, ahora preocupante, puede llegar a ser de grave peligro cuando se acerque el verano. "Estamos asustados, porque este año, además de la sequía, nos ha estado llegando mucha menos agua del trasvase", afirmó ayer Manuel Carrasco, jefe de conservación del parque.

El parque nacional de las Tablas de Daimiel depende completamente de la aportación artificial de agua procedente del trasvase Tajo-Segura, puesto que los regadíos intensivos en su entorno en los últimos 20 años han anulado el régimen hídrico natural del territorio."Ahora mismo no está llegando agua del trasvase y la situación es cada vez más comprometida", afirmó ayer Carrasco. La inundación del parque es en estos momentos de 600 hectáreas -de las 2.000 que forman el parque-, menos de la mitad de la superficie cubierta otros años en esta época. El problema grave se plantea en las Tablas de Daimiel de cara al verano, según Carrasco, porque si no hay lluvias el nivel de inundación será mínimo. La Confederación Hidrográfica del Tajo informó ayer que la comisión de explotación del trasvase se reunirá a finales de mes para analizar las necesidades del parque y la posibilidad de satisfacerlas.

"El parque es reconocido internacionalmente por la importancia de la las aves acuáticas, que van a sufrir, si el terreno se seca antes de que los pollos de este año sean capaces de volar", explicó el conservador del parque. Si la pérdida de agua se retrasa, afectará a los peces y a los mamíferos que se alimentan de ellos, como las nutrias, de las que quedan allí 20 parejas.

Las Tablas de Daimiel es una zona húmeda esteparia. "La mayoría de las aves migratorias que pasan por la península utilizan la zona para invernar, para nidificar o como escala de paso", comentó Carrasco. Algunas de las aves significativas del parque son las garzas, el pato colorado, el martinete, el zampullín o el ánade real.

Se precisan 20 hectómetros cúbicos de agua al año del trasvase Tajo-Segura para que lleguen 13 a las Tablas de Daimiel por el río Cigüela, ya que el resto es absorbido por el terreno. "Es el mínimo ecológico y este año, por la sequía, sólo se estaban derivando 6 hectómetros", explicó Carrasco. Las Tablas de Daimiel son el resultado natural de un excedente de agua. "El terreno es como una esponja que rebosaba al estar llena de agua y formaba las tablas", explicó Jesús Casas, director del parque hasta 1987. "Al sacar cada vez más agua del acuífero 23 la esponja se seca".

Luis Atienza, secretario general de Estructuras Agrarias, del ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación afirmó que el problema se deriva del regadío de 100.000 hectáreas para el cultivo de maíz, remolacha, melones y ajos. "Estamos preparando un plan para reducir a la mitad el consumo de agua en los cultivos", dijo Atienza. El plan, cofinanciado por la CE, podría entrar en acción a finales de 1992.

"Lo de Daimiel es un drama porque se podría arreglar con un poco de cuidado. El agujero que se ha hecho en el acuífero es demencial porque en 20 años se han cargado algo que había tardado mil millones de años en formarse", comentó Casas.

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