Los periodistas españoles, a remolque de los locales
Felipe González rehúye cada vez más los contactos informales con la prensa que cubre sus viajes oficiales al extranjero y, en los países en los que existen unos medios de comunicación libres y dinámicos, sucede con creciente frecuencia que los periodistas españoles se enteran de las noticias relacionadas con la visita del presidente del Gobierno español a través de los diarios o la televisión locales.Eso sucedió, por ejemplo, en el viaje a México y Colombia el pasado enero. González se explayó en dos cañales de la televisión colombiana sobre lo hablado con sus anfitriones en torno a la crisis de Cuba. Hasta entonces, el séquito del Ministerio del Portavoz que acompaña a González negaba que ese tema hubiese sido abordado. Se dio una vez más la paradoja de que los informadores españoles redactaron sus crónicas basados en las cámaras colombianas.
Tras el ingreso de España en la CE, González solía reunirse al término de la primera jornada de las cumbres de los Consejos Europeos con la prensa española. Esta costumbre se perdió, y también Moncloa ha dejado desde hace años de transportar en el avión presidencial a los periodistas acreditados. En noviembre, en el viaje a Guinea, las difíciles combinaciones obligaron a la prensa a subir a bordo de un aparato de la Fuerza Aérea. González cambio de avión.
Esta ausencia de contactos explica en gran medida que las ruedas de prensa formales en el extranjero acaben invadidas por preguntas sobre política interior española, ante el pasmo del anfitrión del presidente español.
