_
_
_
_
Racismo y droga

Vecinos payos, entre solidarios y escépticos

Las asociaciones de vecinos de barrios próximos a los poblados marginales gitanos se alegran de la decisión de los patriarcas, pero muestran escepticismo sobre su eficacia a medio plazo. Agustín Zamora, presidente de la Asociación del Pozo del Tío Raimundo, cercano a La Celsa, cree que "siempre hay que dar la bienvenida a todo lo que contribuya a erradicar el narcotráfico". Zamora reconoció que ayer en La Celsa la venta de droga disminuyó notablemente. "Pero puede rebrotar mañana o surgir en otras zonas si no se dan soluciones globales", añade.

Juan José Soriano, presidente de la Asociación de Vicálvaro, duda de la autoridad que puedan mantener los patriarcas, "ahora que la venta de droga ha resquebrajado las estructuras familiares gitanas". "Su determinación es digna de elogio, pero en los últimos años los núcleos chabolistas se han deteriorado demasiado", explica. "Se ha perdido la oportunidad de hacer poblados en condiciones dignas", añade, en referencia al retraso del Programa de Realojamientos de 1986. "Han dejado de vender algunos, pero, ¿qué va a suceder cuando no encuentren alternativas laborales o la opinión pública no esté tan beligerante como ahora?", se pregunta este vecino.

Más información
El ultimátum de los patriarcas paraliza la venta de droga en los poblados gitanos de Madrid

Victor Renes, de la Asociación de Vecinos de San Fermín, cercano a La Ribera, coincide con Soriano, y añade: "El conflicto social de los últimos meses paralizó la venta, igual que ahora la han paralizado los gitanos".

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_