La CE obligará a fabricar y vender productos seguros para los usuarios
Todos los productos fabricados o comercializados en la Comunidad Europea tendrán que ser seguros para los consumidores, según el acuerdo político alcanzado ayer en Luxemburgo por el Consejo de Ministros de los Doce. La nueva directiva marca un hito en la política comunitaria de defensa de los consumidores.La nueva norma comunitaria implica una obligación general para los Estados miembros de vigilar que todos los productos (alimentarios o no) que lleguen al mercado único de 1993 no entrañen ningún riesgo para los consumidores europeos. En caso de peligro, un sistema de intercambio rápido de información entre los Doce permitirá intervenir para prohibir temporalmente la distribución o incluso su fabricación. La Comisión Europea podrá asumir directamente esta función cuando sean varios los países de la CE en los que se presente el mismo problema.
La directiva obligará a rellenar las lagunas en cuanto a protección de los consumidores existentes en las diversas legislaciones nacionales, y supone un complemento de la normativa sobre productos defectuosos adoptada en 1985. El Reino Unido, Alemania y Holanda levantaron ayer su reserva a este proyecto presentado en abril de 1989 por la Comisión Europea. Los representantes españoles habían criticado que la preocupación se centrara exclusivamente sobre los productos alimentarios que provienen del sur de la CE.
Karel van Miert, comisario responsable de la protección de los consumidores, prevé incorporar en una segunda fase legislativa todos los productos de uso profesional y, a más largo plazo, incluir la protección de los servicios. La directiva establece la responsabilidad financiera de quienes distribuyan o fabriquen productos no seguros, pero el ámbito penal queda de momento en manos de cada Estado miembro.
