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Algo pasa en esta ciudad

"El pueblo tiene que alzarse contra los políticos". "Es intolerable". "Esto ya no parece España, sino el Bronx". "A esta gentuza hay que barrerla" ... .El escenario, la Puerta del Sol, donde una lápida recuerda a los héroes de aquel 2 de mayo contra elfrancés. Eran las siete de la tarde. Un gentío se agolpaba en la esquina de la calle de la Montera. Sobre el suelo yacía de bruces una persona joven, inmóvil, con el rostro oculto entre unos sacos de plástico (véase EL PAÍS de ayer). Bajo su cuerpo, un espeso reguero de sangre. Dos marroquíes comentaban tensos: "Y no vienen". "Están en todas partes menos donde se les necesita".

Recordé que acababa de ver a una pareja de policías en la cercana calle del Carmen. Corrí en su busca, pero ya no estaban. Regresé a la Puerta del Sol. Al llegar al centro de la calzada oí la sirena de un coche patrulla, que apareció inmediatamente por la esquina de la calle del Correo. Agité los brazos hasta que frenó a mi lado: "Corran. Una persona está desangrándose". Les señalé el lugar y corrí tras el estrépito de su sirena. Simultáneamente, otro coche patrulla había llegado hasta allí.

Pasmosa serenidad la de los agentes. Mientras dos de ellos transportaban hacia el interior del vehículo el cuerpo de aquella persona (confusamente entreví una aparatosa herida en su vientre, tal vez en el pecho), un tercero blasfemaba como un energúmeno apartando a empellones a la gente. Qué serenidad la suya, aparentemente ajenos a los gritos histéricos de una mujer que tal vez acababa de reconocer a la víctima. Partieron veloces los dos vehículos. Fue entonces cuando oí aquellos comentarios encendidos: "El pueblo tiene que alzarse"; "teníamos que barrer a toda esta gentuza".

Pensé si esa gentuza serían los pacíficos marroquíes que se habían dado cita en la Puerta del Sol para comentar los avatares de la semana. "Hay que barrerlos", decían los airados madrileños. Realmente, algo está pasando en esta ciudad.

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