Las tentaciones de los políticos
"Hay que ser idiota para dejarse tentar en un pueblo pequeño", dice el alcalde de Chinchón, el popular Jesús Hernández, que no tiene sueldo, pero sí un negocio privado que le permite hacerse cargo del mando municipal. Para Hernández, las tentaciones de enriquecerse a través del cargo las reducen las dimensiones de su pueblo y su escaso presupuesto municipal.Pero hay en Madrid localidades que tienen ambos parámetros muy similares a los de muchas capitales de provincia. ¿Cuánto tiene que cobrar un alcalde para vivir con dignidad, dedicarse a tiempo completo a la alcaldía y, además, estar fuera de toda sospecha? En otros tiempos, los sueldos tenían que estar proporcionados a los presupuestos municipales. Ahora, como dice el alcalde de Aranjuez, "los límites los pone el decoro y la honestidad".
El primer teniente de alcalde del Ayuntamiento de Boadilla del Monte, el independiente Francisco Cerro, es de la opinión de que un buen sueldo evita que los políticos se lleven "propinas" poco decorosas. Esta política tiene su precio. El Ayuntamiento de este pueblo del noroeste se gastará este año 50 millones de pesetas en los sueldos de la corporación, 33 más que en la legislatura anterior.Gastos sin justificar
La obligada transparencia de los sueldos ha llevado a la oposición a vigilar otros ingresos, como los gastos de representación, de los que disponen todos los alcaldes.
El primer edil de un pequeño pueblo como Aranjuez dispone de 500.000 pesetas anuales en gastos de representación. La alcaldesa de Boadilla tiene 800.000. Un concejal responsable de área del Ayuntamiento de Madrid cobra 260.000 pesetas netas, más 75.937 de gastos que no requieren justificación.
Y aún hay otros sistemas de elevar los emolumentos. Los Verdes denunciaron hace unos días que el Ayuntamiento de Móstoles ha elevado las asignaciones a los partidos políticos hasta un total de 31 millones de pesetas. Y en Torrejón de Ardoz, según denuncia del PP, el socialista José Pina ha puesto en marcha "una provisión de 275.000 pesetas" para defenderse ante los tribunales de una querella presentada por el mismo Partido Popular.
