_
_
_
_
_

Los empresarios italianos amenazan con dejar la Bolsa de Milán e irse a la de Londres

Grandes empresarios italianos, como Giovanni Agnelli, Leopoldo Pirelli o Giampiero Pesenti, han lanzado en los últimos días un grito de alarma por la situación de la Bolsa en Italia, que tiene su única sede en Milán, con una amenaza clara: si el Gobierno no actúa para que las cosas mejoren, la empresas italianas cotizarán exclusivamente en Londres o en otros mercados internacionales. De hecho, la City londinense efectuó el pasado mes de julio más del 50% de las transacciones sobre títulos italianos presentes en aquel mercado, frente al 18% negociado habitualmente.

La crisis de la Bolsa italiana se traduce en una contracción de los negocios sin precedentes. El parqué milanés no ha llegado a mover 100.000 millones de liras (unos 8.300 millones de pesetas) diarios en los últimos tiempos; hace sólo cinco años, la contratación diaria alcanzaba los 500.000 millones.Varias razones estructurales han determinado la decadencia actual de este mercado, que siempre fue difícil, al haber estado dominado hasta el límite por cuatro o cinco grandes valores. Por un lado, el crecimiento continuado del déficit ha fomentado una oferta de deuda pública altamente rentable que ha desviado el grueso del ahorro hacia los títulos del Estado.

Por otro, la mecánica de la Bolsa milanesa sigue siendo el corro, sin que se sepa todavía la fecha en que podrá ser realidad el mercado continuo. Este estado de cosas es consecuencia de la falta de iniciativa política y de la resistencia que oponen a la reforma los agentes tradicionales, que el pasado mes de julio cerraron la Bolsa con una huelga.

Pero es la sucesión de escándalos financieros, que tienden a proliferar en un mercado poco transparente y muy sensible a cualquier situación de insolvencia, la que está arruinando la Bolsa italiana.

El último, el llamado caso Dominion-Dumeneil, en el que se ha visto envuelto el presidente de Cir, Carlo de Beriederti, ha retrasado durante dos semanas la liquidación bolsista de agosto y ha reducido la contratación en muchos días de septiembre al mínimo histórico de 50.000 millones de liras.

Descubierto

El caso Dominion estalló durante el pasado mes de agosto, cuando De Benedetti detectó en un pequeño banco suizo, el Dumeneil Leble, que su grupo había adquirido un mes antes un descubierto de 100.000 millones de liras a cargo de un oscuro intermediario de la Bolsa milanesa llamado Roberto Caprioglio.Éste, que acostumbraba a depositar en la banca Dumeneil títulos relacionados con operaciones de Bolsa que realizaba en Milán a través de su empresa, Dominion, ha asegurado que la contrapartida documental de los 100.000 millones que se le reclaman la tiene De Benedetti y ha añadido que su empresa es actualmente parte del grupo Cir.

La desaparición de los títulos puso en apuros a dos agentes de la Bolsa milanesa que no pudieron efectuar las compensaciones a que se habían comprometido. Y el caso, investigado ahora por la justicia suiza e italiana, se complica porque Caprioglio era conocido del Banco de Italia, que tiene intervenido su banco de Girgenti, una entidad sospechosa de servir como conexión siciliano-canadiense para el blanqueo de dinero.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_