Ni bueno ni malo
Ni mucho ni poco. Ni bueno ni malo. El dato de inflación correspondiente al mes de julio ha dejado las cosas como estaban: igual de inciertas. El mercado, sabio él, lo suponía y se ha comportado a tono con las circunstancias. Mejorando lo presente, pero sin exagerar. Mejoró el negocio, subieron un poco los precios y se hicieron hasta un par de aplicaciones. Para que no faltara nada, tres sociedades contrataron más de medio millón de títulos. Pero todo con mesura, como para no molestar.De esta forma, a cámara lenta, observando con la adecuada distancia cómo evoluciona el precio del dinero (que no sube, que no baja) y esperando que los alemanes, que no respetan el verano, no decidan amargar la fiesta a todos el próximo jueves, la Bolsa española languidece y espera. Por el momento, la única buena noticia es la ausencia de malas noticias. El índice general se limita así a mantener el soporte del 270% para guardar las apariencias.
No hay convicción y en el ambiente la incertidumbre pesa tanto que a ratos ahoga. Para hoy miércoles se espera una mayor animación. Hasta es posible que la Bolsa apunte tendencia. De algo tienen que servir la subasta de letras y las vísperas de la gran reunión del Bundesbank alemán. Pero una cosa es segura, suceda lo que suceda no será espectacular.