La Administración y los banqueros alemanes temen que la anunciada subida de intereses enfríe demasiado su economía
La anunciada subida de tipos de interés en Alemania, que decidirá mañana el Bundesbank como medida para luchar contra el repunte de la inflación en ese país, ya ha recibido las primeras críticas tanto desde la Administración como desde grupos económicos de influencia germanos.El temor ahora es que esta medida, además de frenar los precios, enfríe demasiado la economía de uno de los pocos países europeos que aún no han vislumbrado los síntomas de recesión que afectan al mundo occidental.
El rninistro de Economía alemán, Jürgen Möllemann, expresó ayer su preocupación por el impacto recesivo que puede tener la probable subida de intereses, según informa desde Bonn la agencia Efecom. Con esta opinión, el responsable de Economía se coloca en el lado opuesto de su compañero de gabinete, el ministro de Finanzas Theo Waigel, y del Bundesbank -principal defensor de la ortodoxia en la política económica.
Este excepcional ataque del titular de Economía fue replicado por algunos expertos, según informa Reuter, que consideran improbable que la subida afecte de forma apreciable al ritmo de crecimiento de la economía alemana.
La reunión que celebrará el Bundesbank mañana será la primera que presida Helmut Schlessinger, como sucesor del emblemático Karl Otto Póhl, y éste ha asegurado recientemente que la política monetaria debe centrarse en el logro de la estabilidad de los precios. Esta defensa de "un instrumento, un objetivo" es difícilmente compatible con el reparto de la preocupación de Jürgen Möllemann entre los precios y el crecimiento económico con la política monetaria como único instrumento.
Este segundo problema es, sin embargo, el que más preocupa a la Asociación de la Banca Alemana. Según informa Efe desde Francfort, los bancos privados alemanes se unieron ayer a las voces que libran una guerra preventiva contra la probable subida de los tipos de interés germanos.
Con todo, los mercados ya han descontado una subida de un punto en el tipo de descuento, que llegaría así al 7,5% e incluso de otra de, como mucho, medio punto en el tipo lombardo (que es el interés de referencia).
