_
_
_
_
_

Mejor cuanto más grande

El Bank America, el segundo banco estadounidense tras su fusión con el Security Pacific, ahorrará 1.000 millones de dólares

Las fusiones se han convertido definitivamente en la fórmula que están buscando los grandes bancos norteamericanos para superar la crisis que amenaza el sector. La fusión entre el Bank America y el Security Pacific, la tercera gran fusión bancaria que se registra en Estados Unidos en las últimas cinco semanas, demuestra la teoría de los expertos de que la mejor fusión es "Ia más grande".

El Bank America, por ejemplo, conseguirá salvar 1.000 millones de dólares en los próximos tres años, además de convertirse en el segundo banco estadounidense. El coste de la fusión es de 4.000 millones de dólares.Las ventajas de esta integración para el Bank America son enormes. Con su fusión, pendiente ahora de lo que digan las autoridades federales y los accionistas de ambos bancos, el Bank America de San Francisco y el Security Pacific de Los Angeles han creado un gigante de 190.000 millones de dólares en activos (20 billones de pesetas), lejos aún del Citicorp, que sigue a la cabeza de los bancos norteamericanos, con 217.000 millones de dólares en activos (23,4 billones de pesetas).

Las últimas fusiones han demostrado además que unir fuerzas es un buen negocio, o al menos la mejor fórmula para superar la crisis provocada por la recesión, los malos créditos inmobiliarios que hicieron crecer artificialmente este país durante los 80 y la creciente competición registrada en el sector procedente, primordialmente, de los bancos europeos y japoneses.

El Chemical Banking y el Manufacturers Hanover están encantados con su fusión y sus activos: 137.000 millones. Lo mismo ocurre con el NCNB y el C&S/Sovran (futuro NationsBank). "La única forma de sobrevivir es ser grande y hacer mucho dinero", consideran los directivos de esta entidad. Las fusiones permiten a los grandes bancos recortar gastos de forma espectacular.

Permiten, por ejemplo, cerrar sucursales sin que el cliente salga perjudicado, recortar las plantillas y abaratar las operaciones y simplificar los sistemas informáticos. El Bank America y el Security Pacific despedirán a unos 12.000 de los 93.000 empleados que suman ambas entidades, y cerrarán unas 2.400 sucursales.

Estos recortes generarán grandes beneficios. Con más dinero en sus manos, los banqueros tendrán la posibilidad de reducir las tasas de interés en los créditos y aumentar las de las cuentas. Las fusiones permiten por lo tanto que el volúmen de negocio aumente de forma espectacular.

El antiguo Bank America, una entidad arraigada en San Francisco pero con un imperio que cubre los estados de Alaska, Washington, Oregón, Nevada, Arizona, California y Idaho, tenía antes de la fusión 54.000 empleados y unos activos de 113.000 millones de dólares. Es curioso que el negocio para el Bank America no haya sido comprar el Security Pacific, un banco con 39.000 empleados y unos activos de 80.000 millones. El negocio pasaba por unir fuerzas, no en destruir al enemigo.

Las expectativas no pueden ser mejores para el nuevo banco californiano. Los beneficios que se esperan en los próximos tres años representarán el 30% de los gastos totales que hubiera tenido el Security Pacific.

Los analistas auguran nuevas fusiones y esta vez en la costa Este, donde algunos grandes bancos siguen en la cuerda floja y a la espera de que una fusión les salve la vida.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_