Se impone la estrechez
La Bolsa española adolece de una rigurosa estrechez, esto es, los paquetes de control de los grandes grupos Financieros han desvirtuado el mercado hasta el punto de que las habituales relaciones entre papel y dinero tienen aquí medidas diferentes. Ha sido suficiente con que la presión vendedora cediera unos enteros para que la especulación -externa y autóctona- intente la aventura de tomar posiciones basándose en la escasa cantidad de papel disponible. Todo esto se ha llevado a cabo mientras Wall Street intentaba consolidar el nivel del 3.000 y Londres hacía valer los primeros datos de una recuperación que parece sacar a la economía inglesa del agujero. En ambos casos parece que lo financiero va muy por delante de la economía real, tal vez porque los inversores llevan mucho tiempo esperando una situación así.El caso español es muy diferente, puesto que la economía tan sólo genera problemas inmediatos cuya solución a medio plazo es, cuando menos, complicada. Una apertura a la baja de Wall Street, con el Dow Jones rozando el 3.000, no consiguió cortar la orientación alcista, aunque vuelve a plantear dudas para esta mañana. Lo más destacable de esta jornada ha sido la colocación de iberdrolas a inversores extranjeros a precios un tanto elevados. El índice subió al cierre 2,26 puntos.