El Gobierno quiere potenciar la función política de los gobernadores civiles

La desaparición de los gobiernos civiles como reclaman los partidos nacionalistas no es algo que esté en discusión. Por el contrario, lo que el ministro para las Administraciones Publicas, Juan Manuel Eaguiagaray, tiene en estudio es el encaje de esta institución en el marco autonómico. Para ello, el Ejecutivo quiere potenciar la figura de los gobernadores con una labor más política, en concordancia con el papel que tienen asignado los delegados del Gobierno en las comunidades autónomas desde hace varios años. Según un alto cargo gubernamental, está claro que "los gobernadores tienen larga vida".El hecho de que los gobernadores sean nombrados aún por el ministro del Interior sigue confiriéndoles un perfil en el que su función de responsables del orden público prima por encima de todas las demás. Por ello, no es descartable que el Gobierno se plantee, a corto plazo, una dependencia diferente de los gobernadores.

Nacionalistas vascos y catalanes defienden, por el contrario, que el Estado autonómico obliga a la Administración central a ir adecuando sus medios a la nueva situación y, por tanto, ir suprimiendo progresivamente determinadas estructuras, cuales serían las de los gobiernos civiles.

El Ejecutivo maneja diferentes estudios para dotar de criterios de mayor racionalidad a la Administración, creando incluso grandes áreas a las que, desde una perspectiva más propia de una empresa privada, se les pueda asignar unos objetivos y exigir unos resultados. El vicepresidente del Gobierno, Narcís Serra, ya avanzó la necesidad de que las conversaciones del pacto autonómico tengan en cuenta la necesidad de acercar la Administración a los ciudadanos.