_
_
_
_
_
Tribuna:
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Vacaciones

Las vacaciones de los famosos constituyen uno de los mejores alicientes del verano. Dónde las pasan, cómo y con quién, es noticia de gustosa lectura y contemplación. Aquí, paisajes, chalés de cine, piscinas, balioteos, vestimentas ligeritas, pieles bronceadas al sol, grandes damas que enseñan sus triunfos, grandes hombres que enseñan el ombligo -y resulta que lo tienen redondo, como todo el mundo-, algún que otro lío, declaraciones, tonterías a borbotones y cuantas más tonterías más fascinante es ese mundo de los famosos en vacación.Algunos ciudadanos aprovechan las vacaciones para promocionarse. Contaban de Suárez que alquiló un chalé al lado del que habitaba Camilo Alonso Vega; cada mañana le pegaba una patada al balón para colarlo en su jardín, luego pasaba a buscarlo, y así consiguió hacer amistad con aquel ministro. Seguramente era un infundio, pero la anécdota se tuvo por cierta, pues tenía visos de verosimilitud.

En efecto, muchos recurren a parecida estrategia. Hay quienes veranean allá donde vaya su jefe y se hacen los encontradizos en la playa: "¡Hombre, don Ezequiel, qué casualidad!; aquí mi señora, aquí mi jefe, de quien tanto hablamos en casa, ¿verdad, Concha?". Concha asiente con vehemencia y añade que tienen una foto suya encima del televisor. Algunos jefes se emocionan con estas manifestaciones de afecto y promocionan al subordinado, pero a otros les molesta que sus subordinados les vean las canillas, y a la vuelta de las vacaciones toman represalias. O sea, que nunca se sabe cómo acertar. Pues más vale llegar a tiempo que rondar un año, es cierto, pero también que del jefe y del mulo, cuanto más lejos, más seguro, pincipalmente si va en bañador y le crujen las tabas. Promocionar se, en verano, comporta graves riesgos, ¿verdad?

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_