El polémico Clemente
Javier Clemente lleva la polémica consigo. La vida fue dura con él al retirarle del fútbol en plena juventud, cuando en el Athletic de Bilbao se perfilaba como uno de los mejores interiores izquierdos del país, por una grave lesión sufrida en 1969 y que le hizo pasar varias veces por el quirófano. Quizá ello contribuyera a forjar ese carácter contestatario, explosivo, que le impulsa a criticar a diestro y siniestro.Después de dirigir al Arenas de Getxo y al Basconia, se hizo cargo del Athletic con apenas 31 años. Su trabajo se vio respaldado por una buena generación de futbolistas, del portero Zubizarreta al extremo Argote, y culminó con la consecución de dos títulos ligueros en 1983 y 1984. Sin embargo, su enfrentamiento -"o él o yo"- con Sarabia, uno de los preferidos de la afición de San Mamés, supuso su salida del club.
Más tarde condujo al Español hasta una final de la Copa de la UEFA. Fue entonces cuando tuvo sus primeros problemas federativos, ya que se pronunció en contra de que sus jugadores fuesen seleccionados para partidos amistosos -curiosamente, él ha reiterado en los últimos años su deseo de estar al frente del equipo nacional-. En el Atlético -en el que impuso su filosofía de fútbol simple y británico- continuó con esta actitud y apoyó a su presidente, Jesús Gil, en sus ataques a los árbitros, lo que le costó un expediente y una amonestación.
En esta campaña fue destituido por segunda vez en el Athletic, al que había vuelto como baza electoralista de su dirigente, José Julián Lertxundi, que le mantiene en calidad de asesor.
