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Acabar con un lastre

En la primera parte de su artículo, este miembro del Gobierno de Václav Havel estima que es preciso privatizar de forma decisiva la propiedad estatal, y considera que la "transición al sistema de mercado" debe realizarse de tal forma que "no se produzcan desproporciones pronunciadas ni agudas".

Checoslovaquia sufre este año extensos cambios sociales que, por su carácter y orientación, no tienen paralelo en la evolución política y económica de nuestro país.Nos esforzamos en lo siguiente: sobre la base de las concepciones nacionales e internacionales más aceptables desde el punto de vista social y la evolución de acuerdo con nuestra propia orientación política y económica, sin mayores conmociones económicas y cuanto antes, pasar de un clima políticamente anacrónico y una situación de retraso económico a una etapa de ininterrumpido auge económico y prosperidad. Esto posibilitará el crecimiento y desarrollo de todos los valores nacionales y una integración en el acontecer económico y político internacional.

Un prerrequisito fundamental de la realización de dicha concepción es la transición del sistema centralizado de la planificación y gestión de la economía nacional a la aplicación más apropiada del sistema de mercado en las condiciones de la economía checoslovaca en su estructura final. A pesar de que concentremos grandes fuerzas en la realización de este propósito, no será un asunto a lograr a corto plazo.

Como Checoslovaquia figura entre los países cuyo desarrollo económico está vinculado a la amplitud y el éxito de la colaboración con los socios políticos y económicos en el extranjero, de importancia excepcional es la ligazón mutua entre las estructuras internas de nuestra economía y los mercados extranjeros. Por tanto, el esfuerzo reformista se orienta de modo acentuado a las relaciones económicas externas que tienen que apoyar la reestructuración económica.

Para fortalecer su papel es necesario aprovechar plenamente todas las potencialidades que ya tenemos a nuestra disposición en el país, así como otras que podemos adquirir a través de la colaboración económica con socios extranjeros -en especial, en los países económicamente avanzados- y que nos ofrecen aplicaciones adecuadas de las ventajas del sistema de mercado.

La transición al sistema de mercado debemos realizarla de tal modo que en la economía no se produzcan desproporciones pronunciadas ni agudas y que nuestros socios extranjeros tengan plena confianza en nuestro nuevo orden económico.

Además, en la esfera del comercio exterior hace falta superar una serie de problemas aún no resueltos por completo de carácter político, organizativo, técnico, económico, de calificación y comercial.

Las recientes visitas del presidente de Checoslovaquia, Václav Havel, a España, en diciembre de 1990, y, poco después, de una delegación del Ministerio Federal de Economía, en enero de 1991, indicaron que tanto por parte española como por la checoslovaca existen muchas oportunidades para el desarrollo de las relaciones económicas mutuas.

Aumentar la eficacia

Extensos análisis hechos en Checoslovaquia el año pasado desde el punto de vista del aseguramiento del futuro desarrollo económico con el fin de mejorar la posición del país en la economía mundial mostraron que la economía checoslovaca requiere vastos cambios estructurales que ayuden a eliminar las deformaciones existentes de carácter sectorial -las deficiencias en la calidad de la producción-, favorezcan un aumento de la eficacia y productividad del trabajo e introduzcan en las empresas la plena responsabilidad y la dependencia financiera de los resultados de su trabajo, etcétera. Estas tareas son tan extensas que para su realización no bastan las fuerzas de la economía checoslovaca y, por ende, numerosos cambios tienen que hacerse con la ayuda del capital extranjero.

Según el programa elaborado, se prevé que el capital extranjero podría orientarse hacia las siguientes inversiones:

- El aprovechamiento de las capacidades de producción liberadas a raíz de la liquidación del programa de armamento.

- La reconstrucción de la industria de automóviles, incluyendo el incremento de la producción.

- La solución de los problemas ecológicos, particularmente la liquidación de las fuentes más grandes de la polución de la atmósfera y su sustitución por tecnologías no contaminantes.

- El desarrollo de la infraestructura de telecomunicaciones y del transporte (autopistas) y la construcción de aeropuertos.

- La modernización de la industria química y la transición a la química calificada.

- El saneamiento del proceso de producción en la industria alimenticia, la introducción de tecnologías no perjudiciales.

- La introducción rápida de la producción de medidores del consumo de energía térmica.

- La modernización de ramas seleccionadas de la industria ligera, particularmente la introducción de procesos de alto rendimiento con un consumo bajo de materiales, en especial, el ahorro de la energía en la producción.

- La reconstrucción de los centros históricos de las ciudades y de balnearios, así como de edificios relacionados con el desarrollo del turismo.

- La modernización del sistema bancario, la red comercial, y eventualmente de otros tipos de servicios financieros.

La realización de este programa será proyectada en varios años y apoyada por distintas formas de asistencia estatal (ayuda financiera, garantías en inversiones, participación del Estado en las inversiones, fijación de precios preferenciales, reducciones tributarias, etcétera).

La realización de este programa será proyectada en varios años y apoyada por distintas formas de asistencia estatal (ayuda financiera, garantías en inversiones, participación del Estado en las inversiones, fijación de precios preferenciales, reducciones tributarias, etcétera).

La realización de la reforma depende de la extensión y del horizonte temporal en que se logrará privatizar, en grado decisivo, la propiedad estatal. Se puso de manifiesto que la propiedad estatal no es un factor progresivo que estimule a los ejecutivos y equipos laborales de las empresas para el esfuerzo máximo para que sus actividades tengan la mayor calidad y sean lo más eficientes y operativas posible. En Checoslovaquia se aplica la privatización a pequeña escala y a gran escala.

Pequeña escala

La privatización a pequeña escala, en esencia, ya se ha puesto en marcha y consiste en la venta de diferentes establecimientos de producción y comerciales a personas privadas mediante subastas. En la primera ronda de este procedimiento pueden participar ciudadanos del país; en la segunda ronda (si los establecimientos no se han vendido) pueden participar también empresarios extranjeros, quienes pueden convertirse en propietarios plenos. La privatización a gran escala se refiere fundamentalmente a grandes empresas industriales y comerciales, que toman parte significativa en la creación del valor de la produción o venta (incluyendo la venta al extranjero). Esta forma de privatización se manifiesta en la fundación de sociedades anónimas, y los empresarios extranjeros, según su deseo, pueden participar en el capital social de la correspondiente empresa. Se prevé que en 1991 se establecerá en Checoslovaquia una bolsa de valores como las bolsas financieras mundiales. La participación del capital extranjero invertido de esta forma no será limitado desde el punto de vista de sectores y ramas, con la excepción de una pequeña esfera de actividades de producción (transporte, fabricación limitada de armamento, algunas ramas de la producción química, etcétera).

La transición al sistema de mercado ha ocasionado la ampliación de los poderes y responsabilidades de las organizaciones de producción y comerciales por su propia prosperidad; así han comenzado a depender plenamente sólo de sus ingresos en coronas y divisas de los que pueden financiar la operación corriente y sus propias inversiones. Para cubrir eventuales pérdidas, las empresas no reciben ningunas dotaciones de las fuentes centrales. Las propias organizaciones tienen que decidir sobre sus programas de produción, exportación e importación, sobre sus socios comerciales, así como con qué empresas extranjeras van a entablar contactos comerciales. Las organizaciones locales pueden entrar en relaciones comerciales directas con socios extranjeros sin la participación de las organizaciones existentes especializadas en comercio exterior. En este sentido, se trata de una vasta liberalización del comercio exterior. De igual modo, las empresas y compañías extranjeras pueden entablar contactos comerciales directos con las organizaciones locales. De ser oportuno, los exportadores e importadores checoslovacos pueden seguir haciendo negocios a través de las organizaciones especializadas de comercio exterior.

Bajo las nuevas condiciones se formula la participación de las empresas extranjeras en la actividad empresarial en Checoslovaquia. Las personas y empresas extranjeras pueden dedicarse a esta actividad en Checoslovaquia en iguales condiciones y en igual extensión que las personas y empresas checoslovacas. La porción de capital del participante extranjero no se limita, incluso pueden establecerse empresas de propiedad plena de inversores extranjeros.

Para la actividad empresarial de los extranjeros se requiere la licencia del Ministerio de Finanzas, Precios y Salarios. La licencia se concede si es evidente que hay garantías de que la actividad empresarial de los extranjeros creará suficientes recursos financieros para cubrir los pagos en monedas extranjeras y su participación en Checoslovaquia ayudará a resolver las tareas de la reestructuración económica.

Los inversionistas extranjeros de los países con los que se concluyeron acuerdos sobre la protección y el apoyo mutuo de inversiones tienen garantizada la posibilidad de hacer transferencias de capital en monedas libremente convertibles, siempre que en las monedas libremente convertibles se han logrado tales ingresos y beneficios que posibilitan tales transferencias. Con España ya se concluyó un acuerdo de este tipo.

Václav Petrícek es primer viceministro de Economía del Gobierno federal de Checoslovaquia.

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