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Un refugiado nigeriano muere en un sótano sin asistencia médica, según sus compañeros

Juan Antonio Carbajo

Festus Uwumagbe, refugiado nigeriano de 32 años, falleció a las dos de la madrugada de ayer en un sótano de la calle del Duque de Osuna, cercana a la plaza de España, donde pernoctan alrededor de 130 africanos. Los compañeros de Uwumagbe, que había huido de su país por problemas políticos, afirman que llevaba cinco días enfermo y que en la Cruz Roja no le atendieron el día anterior a su óbito porque no entendían su idioma. La Cruz Roja tiene registradas dos visitas del fallecido en noviembre, en una de las cuales se le diagnosticó una lumbalgia.

Festus Uwumagbe, que estaba casado y era padre de dos chicos, huyó de Nigeria por su condición de católico y opositor al Gobierno de aquel país. Llegó a España, según su carta de refugiado, en octubre de este año, y desde entonces compartía el destino de los llamados africanos de la plaza de España.Desde hace un par de semanas pernoctaba junto a otros 130 refugiados en un local cedido altruistamente por su dueño en el número 8 de la calle del Duque de Osuna. "Comenzó a sentirse mal hace cinco días", explica Jean Georges Monayoung, vocal de la Asociación Mediadora de Problemas Africanos (Ampae). "El viernes le acompañé a la Cruz Roja. Eran las 20.30 pero nos dijeron que ya no había nadie. Su horario de atención al público es hasta las nueve de la noche. Luego fuimos a la Clínica [privada] ICE de San Bernardo y tampoco nos quisieron atender, a pesar de que dijimos que estabamos dispuestos a pagar".

Según la versión de Ampac y de varios compañeros del fallecido, el martes, al sentirse peor, Uwumagbe acudió sobre las dos de la tarde al dispensario para refugiados que la Cruz Roja tiene en la calle de Pozas. "Al regresar comentó que el médico no le había querido atender porque no entendía su idioma". Uwumagbe, como todos los refugiados de plaza de España, hablaba inglés, además de su lengua natal.

"Yo estuve con él hasta las once y media de la noche [del martes]", cuenta José Carlos Rodríguez, misionero comboniano. "Se quejaba de que tenía fiebre, pero tampoco excesivamente. Ellos son muy duros y apenas se quejan". Monayoung afirma: "Quedé en acompañarle al médico al día siguiente como traductor". A las dos de la madrugada de ayer falleció.

Según los primeros indicios, la muerte de Úwumagbe se produjo por una neumonía, aunque habrá que esperar al resultado de la autopsia. La víctima no presentaba señales de violencia, según han confirmado fuentes policiales.

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La Cruz Roja tiene, registradas dos visitas de Uwumagbe a sus dependencias de la calle de Pozas. "El 24 de noviembre se le detectó una lumbagia y se le recetó una pomada; además se le dio un volante para el óptico y se le realizaron unos análisis cuyos resultados, todos negativos, se le entregaron el día 26", afirmó un portavoz de la institución.

"No tenemos constancia de que el martes hubiera pasado por el dispensario", continúa el portavoz. "Pero no es cierto que no se atienda a un paciente porque no se le entienda cómo si no se le atendió las dos ocasiones que estuvo?". Según esta versión, en la consulta hay médico y personal que habla inglés.

Florentino Ecomo, presidente de Ampae, comentó: "Nos encontramos ante una, situación dramática de la que responsabilizamos a la Cruz Roja, como organismo encargado de atender a los refugiados". "Hasta a nuestra asociación la están discriminando porque somos negros", comentó.

Españoles en Nigeria

Un representante de la Embajada de Nigeria en España se personó en la mañana de ayer en el local de Duque de Osuna, 8, para intentar repatriar el cadáver de Festus Uwumagbe. Era la primera vez que la Embajada intervenía en el asunto de los refugiados, según Florentino Ecomo, de la Asociación Mediadora de Problerúas Africanos (AMPAE).El diplomático pudo comprobar el aspecto del sótano, cedido sin condiciones por un particular, donde falleció Uwumagbe. Tras ver el local, comentó a los africanos que iba a informar al embajador de la situación. "A los españoles no se les trata así en Nigeria", afirmó.

Hasta 130 refugiados pernoctan desde hace pocas semanas en el sótano cedido por Eduardo Mencos. Los africanos han huido de la calle, pero no del frío, que, según sus companeros, "acabó con Festus". "El frío y el desprecio que sienten hacia nosotros el Gobierno y los españoles".

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