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LOS EFECTOS TRIBUTARIOS DE LA MODIFICACIÓN DEL CATASTRO

Cerca de 125 billones en inmuebles

No falta quien asegura que la revisión del catastro es uno de los orgullos del secretario de Estado de Hacienda, José Borrell. Después de más de tres años de trabajo, de algunas incomprensiones en su propio entorno, una inversión de 70.000 millones de pesetas y 3.000 funcionarios dirigidos por Javier Russinés están a punto de determinar que el valor catastral de España se acerca a los 125 billones de pesetas.

Ese valor era de 42,5 billones el 1 de enero de 1989 y, aunque las cifras oficiales aún no se conocen, se elevó a 46 billones con las modificaciones del pasado año. Teniendo en cuenta que el Catastro espera multiplicar esa cifra por 2,66 como consecuencia de las modificaciones catastrales que se han hecho durante 1990, y que entrarán en vigor el 1 de enero de 1991, en esa fecha el valo catastral de España sería de algo más de 122 billones de pesetas.

Para Russinés, el nuevo catastro "no evita al 100% la especulación ni la entrada de dinero negro, pero se le dá un golpe importante". "Si hasta ahora se valoraban casas en 30 millones, cuando en realidad se pagaban 100 millones, a partir de ahora será al reves: al ser el valor catastral el 70%, del valor de mercado, un piso de 100 millones no se podrá escriturar por menos de 70 millones". Este factor podría ayudar a reducir la especulación en el sector, ya que buena parte de esta se ha achacado tradicionalmente a la entrada de dinero negro.

Coeficiente de actualización

En relación a las protestas surgidas en algunos sectores por la realización del catastro, Russinés entiende que es "una vergüenza que haya alguien que no quiera conocer la riqueza inmobiliaria de este país. Es un problema de desarrollo democrático. En España siempre ha habido fuerzas interesadas en que no se sepa esto y, sobre todo, de quién es todo esto".

Desde 1984, el Catastro ha ido revisando cada año alrededor de dos millones de unidades urbanas. Pero el gran salto se ha dado en los últimos meses. La modificación del valor catastral de 440 municipios ha significado el establecimiento de nuevos valores en 11.000 unidades urbanas. Ahora quedan por revisar 1.000 municipios, aunque sólo representan dos millones de unidades urbanas. El resto (6.000 municiios, con ocho unidades) se ha ido revisando desde 1984. Durante 1991, a éste último paquete de muinicipios se le aplicará un coeficiente actualización, de forma que en 1992 todos los municipios estarán modificados.

Entonces se entrará en una nueva fase, completamente distinta: la modificación del catastro de inmuebles rústicos.

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