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El iman de una mezquita y el supervisor de enseñanza árabe en España, muertos a hachazos

El imam de una mezquita musulmana situada en la calle del Gobernador, junto a la de Atocha, fue asesinado a hachizos junto con el supervisor de la enseñanza árabe en España, adscrito al consulado de Marruecos. El doble crimen, que se produjo en el citado lugar, fue obra de un compatriota que ayer estaba siendo buscado por la policía. Éste dejó al lado de los cadáveres una nota en francés y árabe en la que explica que su acción se debe a motivos políticos. Fuentes de la Embajada marroquí y de la policía española han asegurado, sin embargo, que el presunto homicida es un desequilibrado mental.

Cinco personas pernoctaron la noche de ayer en la mezquita Naur musulmana, ubicada en un sótano de 200 metros, en el número 6 de la calle del Gobernador: el imam Hamen Zebaka, de 63 años de edad, Thami Aziz, supervisor de la enseñanza árabe en España, de 47 años, y otros tres marroquíes.Poco antes de las seis de la madrugada, se despertó uno de los magrebíes y descubrió los cuerpos sin vida del imam y del funcionario consular, por lo que avisó a otro compatriota que en esos momentos se disponía a levantarse para ir a trabajar a un pueblo de Madrid. Ambos descubrieron que había desaparecido el quinto hombre que se había quedado a dormir dentro de la mezquita.

Uno de los dos africanos supervivientes llamó al 091, que envió rápidamente dos coches patrulla. Las víctimas yacían en el suelo, junto a sus camas. Ambos hombres, que fueron salvajemente agredidos mientras dormían, presentaban hachazos y cuchilladas en el tórax y en la cabeza.

Notas en francés y árabe

A los pies de las víctimas, donde se hallaron sus pasaportes, había sendas notas manuscritas en francés y árabe en las que el asesino explicaba que había actuado así movido por cuestiones políticas. En los escritos anunciaba su intención de "ponerse al habla" con la policía e indicaba que se había apoderado del dinero que tenían Aziz y Zabaka porque consideraba que le pertenecía a él.

Inspectores del Grupo de Homicidios de la Brigada Judicial se hicieron cargo de un hacha hallada cerca de los cadáveres, además de un cubo con agua teñida de rojo, posiblemente porque en ella se, lavó las manos el criminal después de cometer el doble homicidio.

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El presunto asesino es el quinto marroquí que anoche durmió dentro de la mezquita. Se trata de un hombre que trabajaba habitualmente como empleado en las instalaciones de Mercamadrid A primeras horas de la tarde de ayer, la Brigada Judicial difundió un télex requiriendo a todas las unida des la localización y detención del sospechoso.

Hamed Zabaka era el guía espiritual y estaba dedicado únicamente a su trabajo en la mezquita musulmana, mientras que Thami Aziz era un empleado del consulado cuya misión consistía en supervisar la enseñanza del árabe entre los marroquíes residentes en España, según fuentes diplomáticas.

Un portavoz de la Embajada de Marruecos en Madrid dijo que las dos víctimas "realizaban un trabajo noble y educativo". La misma fuente negó que el autor del doble crimen, al que calificó de "desequilibrado mental", actuase por móviles políticos.

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La policía busca al autor del doble crimen

Viene de la página 1La Brigada Judicial sospecha que el autor del doble crimen es un marroquí que, según hizo constar en las notas que dejó junto a los cadáveres, ha sufrido algún tipo de persecución por parte del régimen de Hassán II. Fuentes policiales, sin embargo, no dan crédito a esta afirmación y consideran que se trata de un desequilibrado mental.

El Grupo de Homicidios pidió ayer a todas las unidades policiales la localización y detención del asesino, del que únicamente sabe que se llama Saad, ignorando el apellido. El homicida tiene unos 25 años, mide 1,70 de estatura, pesa alrededor de 70 kilos, tiene más aspecto de europeo que de africano y lleva el pelo corto.

El imam compraba pan

El individuo buscado, que habla árabe y francés, viste pantalón, americana y una cazadora con aberturas en la zona de las axilas.

Una panadera que tiene su comercio frente a la mezquita de la calle del Gobernador comentó que el imam asesinado compraba todos los martes 30 barras de pan. Otros vecinos de la zona han indicado que el centro religioso musulmán llevaba instalado allí desde el pasado mes de marzo, ocupando el local que anteriormente había servido de oficina para una empresa de rodamientos.

Una inquilina del bloque colindante aseguró que "en la mezquita se reunían algunas noches hasta 30,o 40 hombres pacíficos que se dedicaban a cantar y a rezar sus oraciones".

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