Delors acepta la propuesta española de retrasar un año la unión monetaria

FÉLIX MONTEIRA El presidente de la Comisión Europea, Jaeques Delors, aceptó ayer retrasar el inicio de la segunda fase al 1 de enero de 1994, en lugar de a inicios de 1993, como él había defendido hasta ahora en consonancia con el compromiso adoptado por los jefes de Estado y de Gobierno de los Doce en la cumbre de Dublín. Este cambio de postura se produce tras el pronunciamiento del canciller de la RFA, Helmut Kohl, el pasado miércoles.

Delors se felicitó de la toma de posición de Kohl, pero evitó referirse a la propuesta española, diferencia del canciller alemán quién apoyó "el proyecto del ministro Solchaga". "Un compromiso sobre una fecha reviste una gran significación política porque contribuirá a desarmar muchas prevenciones y a borrar no pocos escepticismos", afirmó el presidente de la Comisión, Europea. En su opinión, la cumbre extraordinaria de Roma debe dejar claro este compromiso.La necesidad de retrasar un año el inicio de la segunda fase, decisiva por las condiciones que deben cumplirse para ir hacia una moneda unica, fue lanzada por Solchaga, el 8 de septiembre en Roma. La Comisión Europea reaccionó inicialmente con dure za ante el cambio de postura de España y criticó que no se le hubiera advertido de antemano. En la actualidad la mayoría de los Doce se inclina por el aplazamiento "para contar con un año más de experiencia en la convergencia de las economías". Las diferencias subsisten sobre la dura ción de esta segunda fase en la que todas las monedas de la CE deben pertenecer al SME, el margen de fluctuación de las mis mas ha de reducirse a un 1% y tiene que nacer el sistema federal europeo de bancos centrales, organismo encargado de fijar la política monetaria única. La plena integración económica y monetaria, así como la implantación del ECU como sola moneda de la CE, surgiría en la tercera fase, en una fecha aún no concretada.

Boyer apoya el retraso

El presidente de Crucycsa y ex ministro de Economía, Miguel Boyer, manifestó ayer en los pasillos del Congreso de los Diputados su acuerdo con la decisión del Gobierno de retrasar un año más la segunda fase de la unión monetaria, que, a su juicio, debe ser larga porque es un giro muy trascendente el establecer una paridad fija e irreversible en todas las monedas de la CE.

Boyer señaló que no es partidario de fijar una fecha para pasar de una fase a otra y explicó que la filosofía del informe Delors es que hace falta considerar las condiciones para dar este paso.

El ex ministro dijo que le parece "muy razonable" la forma en que el Gobierno ha afrontado la crisis del petróleo provocada por el conflicto del Golfo, e insistió en que España es más vulnerable que otros países.