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Los padres de un colegio de Barajas se movilizan para frenar el deterioro del centro

Elsa Fernández-Santos

Los padres del colegio público Zaragoza, en Barajas, se manifestaron ayer para protestar por el progresivo deterioro de las instalaciones del centro. El colegio, que se construyó hace 15 años y que tiene unos 1.000 alumnos, presenta deficiencias que van desde las instalaciones deportivas hasta los pupitres. "Mi hijo, que estudia octavo de EGB, se sienta en un pupitre de niños de párvulos" declara Mercedes Merino, vicepresidenta de la asociación de padres de alumnos.

"Las ventanas de muchas aulas están en mal estado y no cierran bien. El material del gimnasio está viejo y roto. Los baños están siempre sucios, y el jardín está totalmente abandonado", dice Charo Chatón, que tiene dos hijos, en tercer y sexto curso, en el colegio Zaragoza, que pertenece al distrito de Barajas. "Es una pena, porque estamos contentos con la enseñanza que se imparte, pero no se puede abandonar de esta forma un centro público", añade.Daniel Coello Trujillo, actual presidente de la asociación de padres de alumnos (APA) de este colegio, y Soledad Sacristán, anterior presidenta, declararon que su insistencia para conseguir que se ocuparan del centro ha sido inútil. "NI la anterior administración del concejal Eugenio Morales ni la actual de Vicente Díez Zazo nos han prestado atención. Sabemos que hay colegios en peor estado, pero ésa no es una razón. No se pueden abandonar de esta manera los edificios destinados a la enseñanza; casi todos están igual o peor. No existe una política municipal de mantenimiento de colegios, y eso se resiente en la educación", afirma Coello Trujillo.

Apoyo del director

El equipo directivo del colegio no ha querido verse involucra do en las protestas de los padres, que, según una votación reciente, están en un 97% de acuerdo con estas movilizaciones. A pesar de ello, el director del centro y muchos profesores han apoyado esta decisión de la APA.En un informe que al parecer no tuvo respuesta, los padres presentaron al Ayuntamiento de Madrid todas sus quejas: "La falta de drenaje y nivelado del terreno, que provoca charcos, barro y suciedad en el jardín. La suciedad, piedras y tierra que inundan las pistas de balonmano y baloncesto. Los desagües están rotos. Hay una sola fuente para los 900 alumnos de EGB, y está siempre sucia, y durante el recreo se forman colas enormes para beber. Los techos, desconchados y húmedos; las vallas, oxidadas, y los pocos árboles que quedan están en muy mal estado".

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Sobre la firma

Elsa Fernández-Santos
Crítica de cine en EL PAÍS y columnista en ICON y SModa. Durante 25 años fue periodista cultural, especializada en cine, en este periódico. Colaboradora del Archivo Lafuente, para el que ha comisariado exposiciones, y del programa de La2 'Historia de Nuestro Cine'. Escribió un libro-entrevista con Manolo Blahnik y el relato ilustrado ‘La bombilla’

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