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Asesinado un ganadero en El Vellón por llevar sus vacas a pastar a fincas ajenas, según sus vecinos

Luz Sánchez-Mellado

El cadáver de Eduardo López Lozano, de 38 años, fue, hallado el domingo sobre una tapia de El Vellón, localidad situada a 50 kilómetros al norte de la capital. El cuerpo presentaba dos orificios de postas y tenía una navaja clavada en un glúteo. La muerte de López no ha sorprendido a sus paisanos, que aseguran estaba enemistado con todo el pueblo por su afición a ignorar las lindes y llevar sus vacas a pastar a las fincas de otros ganaderos.

El fallecido, soltero y de 38 años, y cuyo cuerpo sin vida fue encontrado por un vecino colocado sobre una tapia del camino de Talamanca, a las afueras de El Vellón, residía con su padre en una céntrica casa del pueblo, situado en la sierra norte de Madrid.López Lozano, conocido como El Tordo en la localidad, fue echado de menos por su padre el pasado día 3 de octubre, víspera del comienzo de las fiestas de la Virgen del Rosario en el pueblo, y no fue encontrado, en avanzado estado de descomposición, hasta el domingo pasado, último día de los festejos.

Según los resultados de la autopsia que le fue practicada ayer en el Instituto Anatómico Forense, López Lozano murió por dos disparos de postas efectuados con una escopeta de caza y que le alcanzaron en el costado y en la parte superior del muslo derecho. Este segundo impacto pudo provocar que la navaja, que según los vecinos portaba siempre el fallecido en el bolsillo del pantalón, se le clavara en el glúteo.

A pesar de vivir en el centro del pueblo, las relaciones sociales del fallecido eran inexistentes. Dionisio Martín Rufo, tío del fallecido, afirma que, a pesar de tener varios parientes en la localidad, Eduardo y su padre, Serapio, no mantenían relaciones cordiales con ninguno de ellos. La madre del ganadero asesinado, Eulalia, huyó de la casa familiar hace cuatro años y está ingresada en una residencia de ancianos en Alcalá de Henares.

La noticia del.hallazgo del cadáver de López no ha causado mayor sorpresa en el pueblo, que desde la desaparición del fallecido esperaba un desenlace parecido en cualquier momento. "Más tarde o más temprano tenía que pasar algo así. Al final, ese indeseable ha conseguido perder a alguien que no ha aguantado más sus provocaciones y ha decidido quitarlo de enmedio". Esta opinión, expresada por una vecina del ganadero asesinado, es prácticamente unánime en todo el pueblo.

Pastoreo abusivo

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La mayor parte de los vecinos de este pequeño municipio de 900 habitantes en las estribaciones de la sierra madrileña ha tenido algún motivo de roce con El Tordo. El cuartel de la Guardia Civil de Talamanca del Jarama tiene registradas más de 60 denuncias por pastoreo abusivo interpuestas por ganaderos de El Vellón, hartos de soportar que Eduardo López Lozano abriera los portillos de separación de las tapias de las fincas colindantes y metiera en los pastos ajenos a su ganado, que estaba compuesto por unas 20 cabezas entre vacas y mulas."Engañaba a todo el mundo y luego se reía en su cara, y eso encendía mucho a la gente, porque ya no es el precio del pasto, sino el saber que se están aprovechando de tu buena voluntad", dice una vecina de El Vellón, que comenta que más de una vez el fallecido llamaba a algún paisano para que intentara arreglarle su coche o le pusiera una inyección a su padre y, mientras tanto, corría a la finca del mecánico o del practicante para que sus vacas pastaran.

Según esta vecina, el Ayuntamiento del pueblo promovió hace algunos meses una recogida de firmas para pedir a la delegada del Gobierno en Madrid, Ana Tutor, que interviniera directamente en el asunto para evitar que el fallecido siguiera invadiendo las propiedades de sus vecinos.

Felipe García García, ganadero de El Vellón y una de las personas que más enfrentamientos había tenido con el fallecido por sus intrusiones en las fincas de su propiedad, fue, según las primeras impresiones, la última persona que vio con vida a Eduardo López Lozano.

Robo de un choto

"Yo le pillé robándome un choto en 1982; al año siguiente volvió a pasar otra vez lo mismo, y me he enterado de que ha estado entrando en mi finca con su ganado todas las veces que ha querido. Hace dos años me pegó una pedrada por la que aún me debe 70.000 pesetas que no me paga. Tengo bastantes motivos para odiarle y pienso que, como yo, hay otros muchos. Alguno se habrá hartado y lo ha matado. Si le detienen, yo seré el primero que saldrá a defenderle", dice Felipe García García.Ninguno de los vecinos consultados maniafestó sentir la muerte de Eduardo López Lozano, y alguno reconoció que en la cena de anoche, broche final de las fiestas de la Vírgen del Rosario, más de un paisano celebraría, además de la despedida de los festejos, la muerte de El Tordo.

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Sobre la firma

Luz Sánchez-Mellado
Luz Sánchez-Mellado, reportera, entrevistadora y columnista, es licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense y publica en EL PAÍS desde estudiante. Autora de ‘Ciudadano Cortés’ y ‘Estereotipas’ (Plaza y Janés), centra su interés en la trastienda de las tendencias sociales, culturales y políticas y el acercamiento a sus protagonistas.

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