Un poco de aire fresco
Una ligera corriente de aire fresco se coló ayer en el corro barcelonés, donde se notó dinero fresco para algunos valores. Las expectativas de un índice de precios de junio favorable y el momentáneo parón al incremento de tipos de interés en la última subasta de letras del Tesoro parecen haber actuado como acicates en las últimas tomas de posiciones. El tono monocolor del mercado proyecta un dibujo de sierra corta en todos los grupos y continúa dominando el comportamiento de las transacciones. Una vez pasadas las juntas de accionistas y las ampliaciones de capital, abundan los intercambios a cupón corrido, relacionados con el pago del dividendo a cuenta y el complementario que anuncian algunas entidades para antes del 15 de agosto. Pero el aire fresco de ayer se presenta como una simple renovación de carteras. Nada parece justificar que este verano haya que estar pendiente de la bolsa y los volúmenes de contratación empiezan a acusar ya el canto del cisne de la temporada. Nada, salvo el esperado efecto dominó: una bajada de tipos de interés de referencia que conduzca a un descenso de las retribuciones de los activos privados, acompañada de una mejora de la capacidad de generación de recursos de las sociedades cotizadas.
