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La liberalización de los precios de la gasolina comienza con la subida de una peseta por litro

Miguel Ángel Noceda

La liberalización de los precios al por menor de los combustibles de automoción se ha estrenado con la subida de una peseta de la gasolina súper, que desde hoy cuesta 80 pesetas por litro, 80 céntimos por debajo del máximo fijado por el Gobierno. Este precio regirá hasta el lunes 23 de julio -fecha en que se revisará para la siguiente quincena- en todas las estaciones de servicio de la red concesionaria -antigua red del monopolio- distribuida por Campsa, y que engloba a unos 4.700 puntos de venta. Las gasolineras de la red paralela, en la que ahora hay 90, podrán fijar precios distintos sin rebasar las 80,8 pesetas.

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El nuevo precio de las gasolinas, que ayer hizo público Campsa, cierra el proceso de liberalización del sector petrolífero que ha vivido España desde que se integró en la Comunidad Europea y que se ha centrado, básicamente, en la desmonopolización del sector. Además de la gasolina súper, también se eleva una peseta el de la gasolina normal, mientras baja cuatro pesetas la gasolina sin plomo y 1,50 el gasóleo de automoción (ver cuadro).En este resumen de nuevos precios, destaca el aumento de la gasolina súper, que utiliza cerca del 90% del parque automovilístico español.. En principio, esta subida apenas repercutirá en el IPC, según datos del Ministerio de Economía. No obstante, la escasa incidencia que tiene todavía la red paralela en el mapa español hace que, en la práctica, la decisión de Campsa repercuta como en las situaciones de monopolio.Red paralela

A pesar de ello, hay que precisar que es la apertura de un proceso de competitividad y que ésta va a ser cada vez mayor. De momento, sólo hay 90 gasolineras en la red paralela, que ya pueden poner sus precios más baratos -o más caros- que los de la red concesionaria. Hay que precisar también que de esas 90, alrededor de la mitad es de empresas españolas, que tratan de ganar mercado con la instalación de nuevos puntos de venta en lugares donde se pueden instalar sus competidores.

Según las previsiones, a final de año habrá más de 150, de las que una gran parte corresponde a las compañías multinacionales (Shell, Total, Agip, BP, Elf, Mobil, Texaco). Para colocar una gasolinera en la red paralela hay que cumplir con los requisitos de distancias establecidos por Industria de acuerdo con Bruselas y de la Ley de Carreteras aprobada por el Ministerio de Obras Públicas. En la actualidad, hay alrededor de 300 solicitudes a la espera de pasar el largo trámite (MOPU, autonomías, ayuntamientos, Industria) exigido.

La competitividad estará, más que en precio de la gasolina, en los servicios suplementarios que se ofrezcan en las estaciones. Todos los operadores están equipando sus estaciones con todo tipo de detalles para atraer al consumidor. Para ganar clientes, los operadores podrán ofrecer descuentos en otros productos, como lubricantes, u otros ajenos a la automoción, como bebidas y comestibles.Fiscalidad

Las 80,8 pesetas con que se estrena el nuevo sistema de precios máximos, no obstante, es 10 pesetas más barato que la media de los seis países comunitarios sobre los que se ha tomado referencia (RFA, Bélgica, Holanda, Francia, Italia y Reino Unido), sobre los que se ha tomado la media de los precios antes de impuestos. En el caso de la gasolina sin plomo, la diferencia es de nueve pesetas. Según el presidente de Campsa, José Luis Díaz Fernández, se ha optado por tender al precio actual (79 pesetas) para cubrir al consumidor.

La fiscalidad, que es una de las partes que forman el precio de la gasolina y que se revisará anualmente de acuerdo a los presupuestos del Estado, es más barata en España que la media de los seis países de referencia (RFA, Bélgica, Holanda, Francia, Italia y Reino Unido). Para la gasólina super y normal es de 43,50 pesetas (6,5 pesetas más que antes), lo que supone un 53% sobre el precio total, mientras que en esos países es de 50,03 pesetas, que es el 55% sobre el precio total medio de 90,79 pesetas. Para la gasolina sin plomo, la fiscalidad es de 38,5 pesetas frente a 35 de antes, y para el gasóleo es de 27,3 pesetas por 18.

Asimismo, Campsa tendrá que pagar en torno a 30.000 millones de pesetas al Estado por la compra de existencias que, como consecuencia de la liberalización, tiene que hacerse cargo. Además de esa cantidad, la empresa controlada por Repsol deberá satisfacer al Estado la cantidad correspondiente a los impuestos que hay que aplicar a esa gasolina.

El sistema de precios máximos, dará paso, cuando la red paralela esté más desarrollada, a otro de precios libres. Con ese nuevo sistema se producirán diferencias internas que provocarán, como consecuencia del coste del transporte, que el precio de la gasolina sea distinto en una provincia lejana a las refinerías a otra más cercana.

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Sobre la firma

Miguel Ángel Noceda
Corresponsal económico de EL PAÍS, en el que cumple ya 32 años y fue redactor-jefe de Economía durante 13. Es autor de los libros Radiografía del Empresariado Español y La Economía de la Democracia, este junto a los exministros Solchaga, Solbes y De Guindos. Recibió el premio de Periodismo Económico de la Asociación de Periodistas Europeos.

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