Universidades de lujo
EL PAÍS de fecha 12 de junio inserta un artículo de Antoni Bosch en el cual, tras analizar las causas de "los niveles de grisura general conseguidos por la Universidad española", que se reflejan en una "atonía cultural, investigadora y crítica", se culpa al "igualitarismo mal extendido [café para todos] " de haber "empujado nuestra Universidad hasta sus actuales simas" y se depositan todas las esperanzas de mejora en las universidades de nueva creación (Carlos III, Pompeu Fabra), tras lo cual se sugiere una serie de medidas encaminadas a fomentar la diferenciación entre universidades con el objeto de que algunas alcancen niveles de excelencia.Permítaseme indicar que los actuales niveles de autonomía de las universidades, aunque insuficientes, ya han producido una cierta diferenciación entre las existentes, tanto en calidad docente como en potencial investigador.
Desde hace algunos años se aguarda la publicación, por el Ministerio de Educación y Ciencia, de un ranking de las universidades españolas, elaborado en base a indicadores objetivos como los empleados en otros países, que ponga de manifiesto lo injusto de diagnósticos generalizados de signo pesimista como el que encabeza el artículo de A. Bosch.
Este tipo de afirmaciones, fruto sin duda de la capacidad autofiageladora de los universitarios españoles, suele emitirse sin aportar datos que demuestren su validez general, y constituyen un magnífico ejemplo de igualitarismo por abajo (mis problemas for-
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Universidades de lujo
Viene de la página anteriorzosamente han de serlo también para los demás). Conviene, pues, que el ministerio se decida por fin a publicar el mencionado ranking para que tan desesperanzadas afirmaciones se apliquen, con propiedad, solamente donde sean veraces.
Por otra parte, estoy de acuerdo con A. Bosch en que las deseables medidas que propone ayudarán a mejorar las universidades que las apliquen. Sin embargo, no creo que sean solamente las nuevas universidades las que estén en condiciones de alcanzar niveles de excelencia. Puesto que todas las universidades son autónomas, todas ellas pueden diseñar su propio futuro. Los nuevos planes de estudios serán un buen ejemplo de ello.- Barcelona.
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