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GENTE

Hazel Diane Moore

La venganza de la 'pantera negra'

Sexo, drogas, racismo y política han terminado por convertir el juicio del alcalde negro de Wasghinton, Marion Barry, de 54 años, en una de las mayores atracciones de la capital norteamericana, y a las transcripciones de las vistas, en uno de los mejores best sellers del momento.El juicio contra Barry, que se inició el pasado 4 de junio con la lectura por el fiscal federal Jey Stephens de los cargos de perjurio y consumo de drogas contra el alcalde, se convirtió ayer, jueves, en la noticia del día del veterano e influyente The Washington Post, biblia del establishment político norteamericano.

La causa del inusitado despliegue: la declaración de la principal testigo del ministerio fiscal y ex amante de Barry, Hazel Diane Rasheeda Moore, la antigua modelo utilizada por el FBI para atrapar al popular dirigente negro fumando el mortífero crack, un derivado de la cocaína, en una habitación de un céntrico hotel de Washington el pasado enero.

La declaración de la ex modelo, hoy una rellena madre de tres hijos sin empleo y con 39 años, fue demoledora para la pretensión de inocencia de Barry. Según Moore, que se presentó en el juicio totalmente vestida de negro y con unos llamativos pendientes de plata, Barry y ella habían consumido droga no una, ni dos ni tres veces, sino más de 100 en los cerca de tres años que duró su relación sentimental.

La vista del jueves alcanzó caracteres dramáticos cuando una de las ayudantes del fiscal, Judith Retchin, reveló que el FBI había descubierto la existencia de un contrato de 100.000 dólares (unos 10 millones de pesetas) para asesinarla. Retchin manifestó que Barry no tenía nada que ver con el contrato y dejó entrever que la operación había sido ordenada por el mundo del narcotráfico, temeroso de las revelaciones que la ex modelo pudiera realizar en el juicio. Moore está sometida al programa de protección previsto por las autoridades federales para proteger la vida de aquellos testigos cuyas vidas puedan estar amenazadas.

Moore reveló que, aunque Barry mostró deseos de conocerla en 1976 cuando la revista Essence publicó su foto en la portada, su relación amorosa no comenzó hasta 1986 y terminó en junio de 1988, tras una tormentosa sesión en el hotel Hyatt Regency, de Washington, en la que, después de haber fumado crack, Barry tiró al suelo a la ex modelo de un tortazo después de acusarla de acostarse con un amigo suyo.

La ex modelo, hija de una organista de una iglesia protestante de la capital federal de fuertes convicciones religiosas, declaró bajo juramento que había consumido con el alcalde "en más de 100 ocasiones" toda clase de drogas, desde marihuana y opio hasta cocaína y crack, esta última refinada por el propio Barry aprovechando los conocimientos adquiridos durante sus estudios de química.

Moore, que no perdió la calma ni la compostura a lo largo de tres horas de declaración, parecía una pantera, la pantera negra, dispuesta en todo momento a saltar contra su presa, Barry, sentado impávido en el banquillo de los acusados.

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