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Sher Ali Shah,

de ocho años, un niño de Bangladesh, tiene barba totalmente desarrollada y pelo por todo el cuerpo. Los padres del pequeño aseguran que su hijo es santo, y muchas personas además están convencidas de ello. Miles de visitantes se acercan hasta su domicilio en busca de su bendición. Sher les complace a cambio de unas monedas.

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