Tono agresivo
Me sorprendió el tono agresivo del artículo que EL PAÍS dedica hoy a otro publicado por mi periódico ayer, bajo mi firma, sobrePasa a la página siguiente
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la ciudad de Barcelona. Por lo visto, se trata, una vez más, de la incapacidad de muchos de los que viven en este país de aceptar cualquier comentario crítico, sobre todo uno que viene desde fuera, por justificado que sea.
La "severa crítica" a la cual ustedes hacen referencia solamente consistía en señalar algunos de los problemas reales y muy conocidos que han surgido alrededor de los proyectos olímpicos. Son problemas, por otro lado, que han sido ampliamente cubiertos en su día por EL PAÍS. El tono "frívolo y en ocasiones autosuficiente" de que se me acusa no era más que un intento de añadir un leve toque de humor al tratamiento de un tema seno, la "personalidad" de Barcelona.
Por lo visto, el articulista de EL PAÍS no ha entendido mi intención. Al revés, parece haber querido dar un eco polémico a su artículo, concentrando su atención solamente en la primera parte del mío, sin tomar en cuenta la segunda parte, donde se dicen muchas otras cosas, algunas de ellas pos¡tivas, sobre Barcelona.
Para terminar, quisiera señalar que la palabra "extravaganza" en inglés no significa "extravagancia", como lo tradujo EL PAÍS., sino "fantasía", calidad de que parece carecer el articulistade EL PAÍS.-
The Wall Street Journal. Europe.