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Los países industrializados mantienen sus diferencias en comercio internacional

Estados Unidos, Japón, Canadá y la CE continúan sin ponerse de acuerdo sobre una estrategia común que permita la conclusión positiva de la ronda Uruguay, tres años después de que los 97 países miembros del Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT) comenzarán en Punta del Este (Uruguay) las negociaciones para elaborar una nueva política comercial internacional.

Tan sólo un vago compromiso de tratar de llevar a buen puerto la ronda Uruguay es el único resultado que produjo la reunión informal cuatripartita celebrada los pasados tres días en Hakone, cerca de Tokio, y que ha precedido a la que hoy comienza en la capital japonesa con la participación de ministros de una veintena de países miembros del GATT."En lo que sí estamos de acuerdo es que el crecimiento económico sostenido y el esfuerzo continuo para corregir los desequilibrios de las balanzas comerciales son condiciones imperativas si queremos concluir con éxito en diciembre del año que viene la ronda Uruguay, tal como se acordó en Punta del Este", declaró ayer el ministro japonés de Comercio Internacional e Industria, Hikaru, Matsunaga, al término del distendido coloquio mantenido desde el pasado domingo por la tarde en un hotel cerca del Monte Fuji con la representante de Comercio Exterior de Estados Unidos, Carla Hills, el ministro de Comercio Internacional de Canadá, John Crosbie, y el comisario de la CE encargado de relaciones exteriores, el holandés Frans Andriessen.

Los altos funcionarios de los cuatro Gobiernos no pudieron perfilar, como era su deseo, una estrategia que resuelva las diferencias que separan a los países del GATT sobre 15 áreas específicas que son actualmente objeto de negociación en Ginebra.

Reducción de aranceles

Por otra parte, las cuatro potencias continúan divididas en capítulos importantes como la elaboración de un reglamento para la reducción de aranceles (Japón no acepta la fórmula norteamericana de acuerdos bilaterales), el arreglo de disputas comerciales o las subvenciones agrícolas.

Japoneses y europeos han criticado las acciones unilaterales de Los Estados Unidos para represaliar a otros países a través de la ley de Comercio, conocida como la Super 301, que faculta a la Administración para imponer sanciones comerciales a los países que mantengan su mercado cerrado a los productos norteamericanos. Japón ha sido incluido en la lista negra de Washington.

"El unilateralismo es precisamente el enemigo básico de lo que estamos intentando conseguir con la ronda Uruguay, un equilibrado sistema multilateral de derechos y obligaciones", afirmó Andriessen.

Los. ministros que asisten a la reunión de Tokio subrayaron que es crucial para el éxito de la ronda Uruguay la cooperación de los países en vías de desarrollo y, en tal sentido, analizaron el serio problema que constituye la oposición que plantean países como Brasil, India o Egipto para participar en negociaciones sobre la protección de los derechos de propiedad intelectual.

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