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El Pasillo Verde Ferroviario y la razón

Las guerras de competencias entre instituciones pueden convertirse en batallas entre incompetentes, asegura el autor de este artículo y responsable de los temas de urbanismo y transporte en la Comunidad de Madrid. En este artículo justifica la postura del Gobierno de Leguina respecto a la ejecución del proyecto urbanístico Pasillo Verde.Los medios de comunicación han recogido los acuerdos del Consejo de Administración del Consorcio, creado para la ejecución del Pasillo Verde y constituido entre el Ayuntamiento de Madrid y la compañía ferroviaria estatal Renfe. Acuerdos presentados por dichos medios como una declaración de guerra contra la Comunidad de Madrid, a través del anuncio de hechos consumados, cual es el inicio de las obras de urbanización sin la habilitación urbanística pertinente.

La guerra no es buena en ningún caso, pero carece de sentido si se quiere actuar serenamente en proyectos de importancia para la vida de nuestros ciudadanos. Las guerras entre instituciones suelen ser estériles, y si se atrincheran en problemas de competencia suelen convertirse en batallas entre incompetentes.

Magnífica operación

Recurramos una vez más a la razón:

- El Pasillo Verde es una magnífica operación urbanística, que puede y debe mejorar tanto el entorno urbano de los distritos sur de la capital como las infraestructuras de transporte de nuestra Comunidad Sólo cabe el aplauso para esta iniciativa del Ayuntamiento de Madrid que presidía Juan Barranco. Las cargas y obligaciones del consorcio responsable del desarrollo de esta operación urbanística deben regirse por un principio de equilibrio financiero.

Desde este punto de vista, la modificación del Plan General, remitida por el Ayuntamiento de Madrid y que debe habilitar cualquier actuación sobre el denominado Pasillo Verde, debiera cumplir las siguientes condiciones:

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a) El consorcio, como entidad urbanística, debería haber incluido entre sus obligaciones la ejecución del Intercambiador Príncipe Pío, así como las nuevas estaciones ferroviarias de cercanías Pirámides y Delicias y sus conexiones con la red de metro.

Condición que responde a dos criterios: por un lado, la necesidad de garantizar la mejora del sistema metropolitano de transportes; por otro, una operación urbanística en la que se preven unos excedentes que, tras la enajenación de los terrenos públicos recalificados, deben y pueden internalizarse los costes que estas nuevas piezas de la infraestructura de transporte suponen.

Exigencias de solidaridad

La exigencia de razón se suma aquí a la solidaridad presupuestaria entre las distintas administraciones con responsabilidad sobre esta operación urbanística.

b) Habrá que vincular la entrada en funcionamiento de unos 75.000 metros cuadrados de usos terciarlos en los terrenos liberados por la compañía ferroviaria estatal Renfe en la avenida de Valladolid con la puesta en funcionamiento del Intercambiador de la estación de Príncipe Pío, para evitar un agravamiento de las ya dificiles condiciones de tráfico y transporte en esta zona, auténtica puerta de entrada en Madrid capital. De nuevo la razón se ve reforzada por las exigencias de solidaridad con los ciudadanos que viven en las poblaciones madrileñas de Móstoles, Alcorcón, Getafe, Leganés, Fuenlabrada y Parla, por sólo citar algunas.

c) En el desarrollo del Pasillo Verde Ferroviario se prevén 146.000 metros cuadrados de suelo para uso residencial, viviendas. Parece razonable y exigible que un porcentaje de las mismas tenga una finalidad social, es decir, un precio tasado políticamente, y no sea un simple producto inmobiliario dejado al libre juego del mercado.

d) El respeto a la autonomía municipal no puede anular la competencia de un Gobierno regional, corresponsable del urbanismo y el transporte, obligado a coordinar las actuaciones concretas de las distintas administraciones y a compatibúzar actuaciones concretas con los intereses generales, dentro de un proyecto político y territorial que apuesta por la construcción de una región metropolitana, integrada, eficaz e igualitaria.

Eduardo Mangada es consejero de Política Territorial de la Comunidad de Madrid.

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