Eslovenia vota a favor de su derecho a la secesión
El Parlamento de Eslovenia votó ayer casi por unanimidad -256 votos a favor, uno en contra y una abstención- una serie de enmiendas constitucionales, entre las que se recoge el derecho a la "autodeterminación, incluyendo la secesión". "El Parlamento esloveno es el único órgano competente que puede decidir sobre la aprobación de la Constitución de esta república en nombre del pueblo esloveno", afirmó el presidente de ese órgano legislativo, Milan Potrc, antes de proceder a la votación y en claro desafío a las autoridades federales. U decisión de Eslovenia agrava la fuerte crisis étnica que padece Yugoslavia.
No obstante las recomendaciones de la presidencia de Yugoslavia, de la Cámara Alta del Congreso federal, del Comité Central de la Liga de los Comunistas de Yugoslavia (LCY) y de las Fuerzas Armadas para que el Parlamento esloveno pospusiera su reunión de ayer, los diputados de esa rica república del noroeste de la federación optaron por votar.El pleno fue convocado para decidir sobre 68 enmiendas constitucionales y los miembros de las tres cámaras eslovenas optaron por proceder, según la agenda prevista. El diputado esloveno Matjan Jelenc calificó de "irracional" la actitud de los órganos federales, a la vez que Potrc anunció que "los cambios constitucionales sentarán la base para la ruptura definitiva con el período en el que la ideología y la política controlaban a los individuos y a la economía...".
Ausente durante las últimas 24 horas que conmovieron al país, Janez Drnovsek, presidencia de la federación yugoslava, llegó ayer por la mañana a Lubliana, capital de Eslovenia, procedente de Nueva York, tras haber acortado su visita a EE UU. Drnovsek expresó su "confianza en que [en Yugoslavia] se imponga la madurez y la seriedad en el diálogo".
Las enmiendas constitucionales eslovenas, incluyen, entre otros, el derecho a la secesión; el control por la Asamblea eslovena del despliegue de las tropas militares en su territorio durante el período de paz, as¡ como el control sobre las decisiones federales que amenacen los intereses del pueblo esloveno.
La actitud del legislativo esloveno ha suscitado una avalancha de críticas y de advertencias jurídicas, políticas y nacionalistas. "A nadie podemos admitir el derecho a las acciones separatistas" exclamó ayer Zoran Sokolovic, presidente del Parlamento serbio, en la reunión de la Cámara Alta del Parlamento federal.
"Las divisiones son siempre más visibles", titulaba el diario Borba, al calificar la reunión del Comité Central, que duró 16 horas, y cuya resolución, con 90 votos a favor y 40 en contra, fue también negativa con respecto a las mociones eslovenas. Las Fuerzas Armadas advirtieron que las enmiendas eslovenas ponían en peligro el sistema de la defensa nacional. Por el contra río, la revista juvenil eslovena MIadina, contestataria e irrespetuosa de la política oficial, acusó a los militares de "ejercer el poder al estilo Shogun" y anunció la publicación, del texto íntegro de una carta, calificada top secret que las Fuerzas Armadas habían enviado a las presidencia eslovena.
Apoyos y protestas
Mientras tanto, cartas de apoyo y de protesta llegan a la Asamblea de Eslovenia. El apoyo proviene de las diferentes ciudades de esta República y de algunas empresas croatas. Las protestas en contra de los "que amenazan la estabilidad del país" se originan en Serbia, Bosnia Herzegobina y Montenegro. Los que leyeron y no leyeron las incriminadas enmiendas constitucionales, opinan y argumentan sobre su constitucionalidad, cuya base ni siquiera los juristas expertos parecen capaces de dilucidar, ya que el veredicto depende de su procedencia étnica. La Constitución federal es suficientemente amplía como para poder interpretarse de una u otra manera.
"No existen bases constitucionales para decretar las medidas de excepción", afirmó Milan Potrc, en una conferencia de prensa improvisada, desmintiendo los rumores de una posible intervención militar.
Una vez aprobados los cambios de la Constitución eslovena, la Corte de las Garantías Constitucionales, podría, a petición de diferentes instancias, revisar si ésta está en concordancia con la Constitución federal. Sin embargo, la discusión acerca de las enmiendas que otorgan a Eslovenia mayores derechos en la federación yugoslava y sancionan elprincipio de la federación asimétrica, rotundamente rechazado por Serbia, se moverá en el terreno político y agudizará, sin lugar a dudas, las tensiones étnicas en el país balcánico.
Eslovenia tiene 2,1 millones de habitantes y fronteras con Italia y Austria. Su decisión de modificar la Constitución viene motivada por el temor a que Serbia -la mayor de las seis repúblicas yugoslavas y con nueve millones de habitantes- centralice el poder de la Federación. Los líderes eslovenos han insistido en que no pretenden separarse de Yugoslavia, sino simplemente proteger su República de "presiones exteriores injustificadas".
Miles de manifestantes serbios y montenegrinos se lanzaron ayer a las calles para protestar por la acción del Parlamento esloveno. Muy al contrario, en Liubliana más de un centenar de eslovenos aplaudieron frente al edificio de la Asamblea el resultado de la votación
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