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Un paquete bomba mata a la madre de un funcionario de prisiones

Dos paquetes bomba fueron remitidos en 24 horas a otros tantos funcionarios de prisiones, en la que parece una nueva ofensiva de ETA Militar contra estos trabajadores.La explosión ayer de uno de los envíos mató a Conrada Muñoz Muñoz, de 53 años, madre de un funcionario destinado en Las Palmas, en su domicilio en Montillana (Granada). El otro paquete fue remitido a un trabajador de la cárcel del Murcia, que salvó la vida al decidir no abrirlo por la ausencia de remite. Los ministros del Interior y de Justicia, José Luis Corcuera y Enrique Múgica, respectivamente, interrumpieron ayer sus vacaciones y regresaron urgentemente a Madrid.

La explosión que mató a Conrada Muñoz Muñoz, de 53 años, se produjo a las 13.30 en su. casa de Montillana, a unos 50 kilómetros de la capital granadina, donde pasaba las vacaciones. Otras dos personas resultaron heridas en el atentado. El paquete, que estaba matasellado en Murcia, fue recogido por José María Bolívar Muñoz, hijo de, la víctima y hermano de Dionisio Bolívar, funcionario de prisiones destinado actualmente en la cárcel de Las Palmas.El artefacto, al parecer compuesto por 600 gramos de explosivo plástico, estaba. oculto en un libro, que estalló al ser abierto por la mujer, que resultó alcanzada de lleno. El hijo de la víctima y su sobrina política resultaron heridos leves.

Dionisio Bolívar no mantenía ningún contacto con los cinco etarras que actualmente están recluidos en la prisión del Salto del Negro, en Las Palmas, según sus compañeros. Dionisio Bolívar llevaba sólo un año de servicio en la galería de delinclientes juveniles de la mencionada prisión, dónde había sido trasladado desde la de Murcia. El funcionario desconocía anoche, a su llegada a Barajas, donde se trasladó desde Las Palmas para seguir viaje a Granada, los detalles de la muerte de su madre. Ningún responsable de la Administración esperaba a Dionisio Bolívar en el aeropuerto madrileño.

El otro envío explosivo fue recibido el jueves en su domicilio por J. A., funcionario de la prisión de Sangonera la Verde, en Murcia. Este trabajador sospechó del paquete, que no tenía remitente, y decidió llevarlo a la cárcel para un examen por rayos X . Los artificieros descubrieron que contenía 700 gramos de pentrita, un poderoso explosivo plástico, escondidos en un libro.

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