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La policía clausura un bar donde grupos nigerianos vendían droga

El bar Tennessee, sito en la calle de Ballesta, fue clausurado por inspectores de la comisaría del distrito de Centro, cumpliendo así la orden de cierre firmada por la delegada del Gobierno en Madrid, Ana Tutor. Previamente, diversas investigaciones llegaron a la conclusión de que el local era "una tapadera de actividades llícitas", en concreto venta y distribución de drogas, según consta en un informe policial.

Agentes de la comisaría de Centro efectuaron en los últimos dos meses una labor de inspección y control en torno al bar Tennessee, como consecuencia de la cual determinaron que su dueño, Valeriano Molongua Bosapa, "era consciente" de las actividades ilegales que se producían en el establecimiento.

Los vecinos de Ballesta, una de las calles clásicas dominadas por la prostitución barata, habían comunicado repetidamente a la policía que el Tennessee era "un foco de inseguridad ciudadana y vecinal como consecuencia de la presencia permanente de toxicómanos a la entrada del mismo", según los informes remitidos a la delegada del Gobierno.

Fuentes policiales han informado que al citado bar solían acudir traficantes nigerianos, que ocultaban la heroína en el ano. Hace un mes fueron detenidos varios culeros que transportaban alijos de hasta 50 gramos de droga en el recto.

Los encargados de la investigación comprobaron también que los lavabos del local tenían un doble techo de escayola, donde los camellos ocultaban las papelinas (dosis de heroína), con objeto de evitar que la policía pudiera requisárselas en caso de entrar por sorpresa. El Tennessee es un lugar frecuentado por clientes de raza negra, donde apenas entran blancos.

Peculiar acuerdo

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La policía sostiene que los presuntos traficantes y los drogadictos habían llegado a un peculiar acuerdo de funcionamiento para evitar que el constante trasiego de compradores despertase las sospechas de los vecinos. Los toxicómanos se reunían en los alrededores de la calle de Ballesta y delegaban en uno de ellos, al que los demás daban el dinero para que fuese al bar a comprarles las dosis que deseaban. Juan Luis Méndez Moreno, jefe de la comisaría de Centro, ha declarado: "Esto demuestra que sigue adelante la operación limpieza iniciada en el distrito a fines del año pasado, aunque ahora no se realicen actuaciones policiales tan espectaculares como la del asalto al famoso antro de Ballesta número 7".

El comisario Méndez añadió que durante los últimos cuatro meses han sido clausurados unos 30 bares del distrito, por orden de la delegada del Gobierno o de la autoridad judicial. Muchos de los establecimientos fueron cerrados temporalmente por no tener licencia de apertura y funcionamiento, pero otros los fueron por existir fundadas sospechas de que servían de centro de reunión de traficantes de droga. En la actualidad hay seis locales precintados.

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