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Condenada a 30 años la joven que mató con ácido a una azafata de Barcelona

La Audiencia de Barcelona ha condenado a 30 años de prisión a Inmaculada Gómez Camacho, de 26 años, por el asesinato de Victoria Bara Labarta, contra la que arrojó ácido fluorhídrico. Victoria Bara, azafata de congresos, ingresó en un centro hospitalario con graves quemaduras en la cara y tórax y murió por "asfixia e intoxicación" dos horas después, "tras una dolorosa agonía", según la sentencia.

El tribunal ha estimado que el asesinato, realizado el 1 de diciembre de 1987, se cometió con "premeditación y ensañamiento" y condena a la procesada al pago de 25 millones de indemnización.La acusada sostuvo durante el juicio oral que su actuación se debió a las amenazas de su novio, el uruguayo Ricardo Pérez Llobet, actualmente en paradero desconocido, si bien la sentencia no reconoce ningún tipo de eximente porque "la acusada realizó el hecho siendo sabedora que su presunto amenazador había abandonado España y, con total libertad de movimientos podía y debía denunciar los hechos".

Inmaculada Gómez, de profesión dependienta, había mantenido relaciones durante años con Ricardo Pérez, con el que convivió en Brasil. La pareja rompió su relación, volviéndose a encontrar en España en febrero de 1987. La acusada se enteró que su novio había mantenido una relación sentimental desde febrero de aquel año hasta finales del verano con María Victoria Bara. La sentencia recoge que fue en esas fechas cuando el inductor propuso a Inmaculada "desfigurar el rostro de María Victoria con el ofrecimiento de vida conjunta en el extranjero cuando llevara a término el hecho".

La pareja preparó la agresión y posterior huida y acordaron que "Inmaculada sería la encargada de ejecutar materialmente" la acción, según la sentencia. La pareja compró el ácido fluorhídrico en una droguería, "siendo sabedores ambos de la potencia, naturaleza y efectos de la sustancia que compraban debidamente etiquetada", vertiendo parte de su contenido en otro recipiente "que fue forrado y disimulado con un papel estrellado".

A las nueve de la noche del 1 de diciembre de 1987, la acusada se apostó en el portal de su víctima, situado en el número 22 de la avenida de Mistral, de Barcelona, y esperó que Victoria acudiese a la llamada de un amigo. La procesada se acercó a Victoria y le preguntó si era Viky y, tras responder ésta afirmativamente, le arrojó el ácido. Tanto el amigo de Victoria, como un guardia municipal sufrieron quemaduras al intentar socorrerla.

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