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El Defensor del Pueblo recibe numerosas quejas sobre abusos en huelgas

Álvaro Gil Robles, Defensor del Pueblo, presentó ayer ante la correspondiente comisión del Congreso de los Diputados la memoria anual de esta institución sobre las quejas recibidas en 1988, cuyo contenido fue anticipado por este diario el pasado 15 abril. Gil-Robles puso ayer el acento en que están empezando a llegar a esta institución numerosas quejas sobre supuestos incumplimientos de servicios mínimos en casos de huelga, con el consiguiente perjuicio ciudadano.

El Defensor del Pueblo señaló ayer que si la actividad de esta institución sigue creciendo pedirá más medios -en 1988 recibió un 13% más de quejas que el año anterior-, pero no necesariamente más poderes, "pues con el respaldo de las cámaras la autoridad que se ejerce es más que suficiente", informa Efe. El Defensor del Pueblo reclamó que se establezca un examen y seguimiento psicológico exhaustivo de los reclutas para evitar suicidios durante la mili.

La oposición sostuvo que las denuncias son una repetición de las de años anteriores por culpa de la falta de respuesta de la Administración. El Defensor del Pueblo criticó la falta de control sobre los vertidos industriales, que provocan "verdaderas barbaridades" en los ríos y montes.

Sobre las prisiones civiles, manifestó que su situación "aún está muy lejos de ser la ideal" y señaló entre otros males de estos centros, "la masificación, la falta de higiene y el alto índice de analfabetismo".

Respecto de las quejas de malos tratos policiales, Gil-Robles destacó que la mayoría afectan a agentes municipales. Asimismo, el Defensor del Pueblo puso de relieve el elevado número de quejas recibidas por dilaciones "indebidas" en procesos judiciales, y destacó irregularidades al aplicar la ley de extranjería.

Gil-Robles denunció la desprotección que, a su juicio, existe en el tratamiento psiquiátrico y los quejas por retrasos en listas de espera. Los grupos parlamentarios mostraron su apoyo a la labor del Defensor del Pueblo y su preocupación tanto por el contenido de las quejas como, caso del PSOE, por su aumento.

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