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La futura CGT cede los derechos del patrimonio histórico a CNT-AIT

La Confederación General del Trabajo (CGT), nuevo nombre del sector renovado de la Confederación Nacional del Trabajo (CNT), dejará en manos del sector histórico los derechos sobre el patrimonio que les fue confiscado tras la guerra civil. José March, hasta el viernes secretario general de la CNT renovada, ha declarado que "a primera vista será la CNT-AIT la que tenga todos los derechos sobre el patrimonio" y renuncia a llevar una política de enfrentamientos, "incluso sobre estos temas, ya que, si hay que elegir, optamos por los trabajadores".Dejar de recibir los 248 millones de pesetas que están en la Caja de Depósitos del Banco de España desde 1987 como cantidad a cuenta del patrimonio histórico confiscado constituye "un golpe asumido" para el sector que representa March, según sus propias declaraciones. Según el secretariado permanente del comité federal de Cataluña, de este modo "se evita que nuestra organización pueda disponer de la plataforma y la financiación necesaria" para convertirse en la tercera fuerza sindical.

El primer paso de esta "nueva fase del anarco sindicalismo" será ratificar las nuevas siglas del sindicato en el próximo congreso extraordinario que celebrarán el 29 de abril. Por el momento, su comité confederal extraordinario determinó el pasado fin de semana que las siglas provisionales serán GGT, Confederación General de Trabajadores, recordando que fueron estas las primeras siglas que se usaron en su congreso fundacional en 1910. De tal modo demuestran, según José March, que no quieren "más enfrentamientos y divisiones en la familia".

En esta misma cita se ratificará también el secretariado permanente que encabeza José March y la fecha de un nuevo congreso ordinario donde se analicen sin prisas las dificultades que puedan surgir tras el cambio de nombre con vistas a nuevos proyectos. Por el momento, la posibilidad técnica de presentar un recurso ante el Tribunal Constitucional, el comunitario de Estrasburgo y el internacional de La Haya está sin definir. Lo que absorberá, previsiblemente, sus energías en esta primera fase es mantener la "unidad y serenidad" de sus 50.000 afiliados.

Por el momento, José March asegura que acudirán al Primero de Mayo como CGT, igual que formaron parte de la huelga general del 14 de diciembre. Amparándose en esta misma "coherencia solidaria" han hecho un llamamiento a sindicatos y empresarios para que en esta fase de adaptación se les reconozca su capacidad negociadora.

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