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Tribuna
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Libertades

Yo creía que eran temas gastados por y en la Historia, y sin embargo, cada vez recibo más propuestas de conferencias sobre "el compromiso político del intelectual" o sobre "la libertad de expresión". Y es natural, porque sigue habiendo intelectuales comprometidos políticamente, de pensamiento, palabra, obra u omisión, del mismo modo que el antiguo problema de la libertad de expresión sigue siendo eso, un problema.Me doy cuenta de que sigue siendo un problema a la vista de un brillante trabajo patrocinado por la Fundación Fundesco, de Eduardo Giordano y Carlos Zeller, titulado Europa en el juego de la comunicación global y redactado según la filosofía crítica de McBride, en paz descanse. Y me doy cuenta sobre todo al advertir la ausencia de un capítulo especialmente dedicado a las relaciones de dependencia de los medios de comunicación en España, como si nuestro país, en el momento de aportar a Europa nada más y nada menos que a uno de sus dos Felipes, no tuviera casi nada que ver en el juego de Europa y la comunicación global. Según mis datos, los autores del libro aportaron material español, pero a la hora de incluirlo los duendes decidieron no utilizarlo.

Sostengo que no se puede leer un medio de comunicación sin conocer a su propietario y todas las relaciones de dependencia del propietario del medio. Enseñar a leer un periódico o un telefilme no quiere decir solamente descodificar una propuesta semántica, quiere decir también conocer las intenciones del propietario del medio. Si se oculta quiénes son realmente los propietarios de los medios de comunicación en España, sean individuos, familias, grupos de presión, bancos o fabricantes de piensos compuestos, se hace con la intención de desorientar al lector, es decir, de incomunicarle. El excelente y mutilado trabajo de Giordano y Zeller parece también concebido en aquellos tiempos en los que preocupaba el compromiso del intelectual o la libertad de expresión. Aquellos tiempos en los que se hablaba de Europa con la libertad que no podía emplearse al hablar de España.

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