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Ferrovial negocia la compra de dos empresas constructoras medianas en Italia y Bélgica

Ferrovial negocia en estos momentos la compra de varias empresas en el exterior, en un intento de tomar posiciones con vistas al mercado único de 1993. La sociedad que preside Rafael del Pino podría cerrar en las próximas semanas las operaciones de compra de una sociedad constructora italiana y otra belga. El fuerte crecimiento de la actividad de la construcción está llevando a las compañías españolas a plantearse su presencia en los mercados internacionales.

El sector de la construcción vuelve a vivir momentos de bonanza económica. Después de la larga crisis sufrida entre 1974 y 1985, la actividad vuelve a ser la protagonista. Según los primeros cálculos oficiosos, el crecimiento de la actividad constructora en 1988 se habrá situado en torno al 9%, con un volumen total de negocio cercano a los cuatro billones de pesetas. Las previsiones para 1989 se cifran en un aumento de actividad del 10%, con lo que se conseguiría llegar a los niveles de negocio -teniendo en cuenta la inflación- de 1974, último ejercicio anterior a la crisis.Esta bonanza económica ha llevado a las principales empresas del sector a empezar a tomar posiciones con vistas al mercado único europeo de 1993. Ferrovial podría cerrar la primera gran operación europea en las próximas semanas. En estos momentos, la alta dirección de la compañía negocia la compra de una empresa constructora de tamaño mediano en Italia y otra en Bélgica. Con ello, la empresa que preside Rafael del Pino pretende entrar en el mercado de la construcción de la CE, desde dos frentes distintos.

Junto a estas posibles adquisiciones, Ferrovial negocia acuerdos internacionales de colaboración con grandes compañías multinacionales de la República Federal de Alemania y el Reino Unido, en busca de un negocio compartido en la CE.

Ferrovial decidió hace algunos años -durante la crisis de la coristrucción en España- diversificar su actividad empresarial. En la actualidad, además del negocio puramente constructor, la compañía tiene diversas divisiones y empresas filiales dedicadas a la promoción inmobiliaria, las concesiones de autopistas -es accionista mayoritario de Europistas y Eurovías-, otras concesiones de servicios públicos, el sector turístico -es propietario del complejo de Torrequebrada, en la Costa del Sol-, ingeniería, tratamiento y aprovechamiento de aguas, electrónica e informática e incluso en el sector agroalimentario, en el que entraron con la explotación de una finca en el campo de Cartagena, desde la que exportan lechugas a otros países de la CE con una empresa distribuidora propia. A través de esta compañía, Ferrovial tiene previsto ampliar su actividad en el sector de la distribución.

Más beneficios

Los resultados del grupo Ferrovial ent 1988 han vuelto a experimentar un fuerte crecimiento respecto al ejercicio anterior. La fácturación se acerca a los 85.000 millones de pesetas, los recursos propios superan ya los 33.000 millones y la cartera de obra en curso asciende a 115.000 millones. Aunque el balance no está cerrado todavía, los beneficios superarán los 2.600 millones de pesetas.El resto de las grandes empresas constructoras está planteándose también la posibilidad de buscar fórmulas para internacionalizar su negocio. Desde la caída de los precios del petróleo y la crisis económica de los países latinoamericanos, la actividad exterior de las compañías españolas ha quedado reducida a muy pocos contratos, sin excesivo volumen de facturación.

Dragados y Construcciones, empresa líder del sector, utilizó mucho los contratos exteriores para paliar la escasa actividad nacional a finales de los setenta y principios de los ochenta. Lo mismo hicieron Agromán, Entrecanales, Cubiertas y Fomento -además de Ferrovial, que ocupa el sexto puesto del rankng por facturación.-

En la actualidad, la mayoría de las empresas grandes está buscando fórmulas para no perder con la integración total de España a la CE y la posterior entrada en vigor del mercado unico. Para ello, se baraja todo tipo de acuerdos internacionales que permitan a las compañías españolas acudir a los grandes contratos europeos y de enderse de la posible invasión de las multinacionales en España.

Cambios de futuro

Según un reciente estudio de prospectiva, realizado por el economista Emilio Fontela para Seopan, el impacto del mercado único sobre el sector de la construcción comunitario en 1993 supondrá un cambio radical en las actuales estructuras empresariales, coexistiendo dos tipos de grupos industriales. Por un lado, los grandes consorcios supranacionales, que competirán en todos los mercados de la CE, y por otro, las empresas medianas y pequeñas, con ámbitos de actuación restringidos a ciertos países e incluso regiones.Algunas de las grandes compañías europeas se han extendido ya en diversos países de la CE, aunque la licitación pública prima a las empresas nacionales en la mayoría de las naciones comunitarias.

En España, las grandes multinacionales han optado por intentar comprar empresas nacionales para llevarse parte del mercado de obras públicas. Este es el caso de Bouyghes, líder mundial del sector, que después de diversos intentos compró Tecsa. También han adquirido sociedades españolas en los últimos meses las europeas Dumet y Fugerol.

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