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El Gobierno inicia una amplia campaña para explicar su presidencia de la Comunidad Europea

FERNANDO JÁUREGUI, El Gobierno ha iniciado una vasta campaña de explicación de lo que será la presidencia española de la Comunidad Europea (CE), con un objetivo primordial: procurar que la opinión pública no espere grandes realizaciones en el semestre que comienza el 1 de enero de 1989. Pedro Solbes, secretario de Estado para las Relaciones con la CE, dijo ayer que "a veces sobredimensionamos la importancia de la presidencia".

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Cuando faltan apenas nueve semanas para que, por primera vez en su historia, España asuma la presidencia comunitaria, el Gobierno ha decidido iniciar una serie de seminarios y contactos explicativos para, en palabras de un alto funcionario de la Moncloa, "dar una visión realista de las cosas". Ayer se clausuró en Segovia un primer seminario sobre la CE para periodistas, y próximamente se celebrarán otros similares en Euskadi, Cataluña y Andalucía.Además, la ministra portavoz, Rosa Conde, se trasladará próximamente a Bruselas para reunirse con periodistas acreditados allí, mientras, en Madrid, Felipe González se propone intensificar sus contactos con corresponsables extranjeros y grupos de informadores nacionales.Por otra parte, el presidente del Gobierno viajará a Bruselas el 12 de diciembre para pronunciar una conferencia sobre los objetivos de España ante la presidencia comunitaria y para reunirse con la Comisión de la CE. Algunos días antes, González celebrará una sesión explicativa sobre su visión de la Comunidad ante el pleno del Congreso, como viene haciéndolo tras cada reunión del Consejo Europeo (la que pondrá fin a la presidencia griega tendrá lugar en Rodas, a comienzos de diciembre).Fuentes gubernamentales señalaron que, en todas estas intervenciones, se tratará de ofrecer una visión "no triunfalista" de lo que España puede hacer al asumir la presidencia, "tratando de hacer olvidar algunos pronósticos excesivamente optimistas". "Yo me quedaría satisfecho simplemente con que España pudiese mantener el impulso actual de la CE", dijo ayer Solbes, quien, sin embargo, reconoció que la asunción de la presidencia comunitaria significa para nuestro país "la operación de política exterior de mayor envergadura con que nos hemos enfrentado".Solbes evitó, incluso, enumerar las prioridades y objetivos de la presidencia española, alegando que mucho dependerá, en primer lugar, de las propuestas que efectúe la nueva Comisión Europea, cuando tome posesión a comienzos de enero; el catálogo posible de realizaciones dependerá también, en segundo término, de lo que haga la actual presidencia griega, que "todavía puede darnos algunas sorpresas positivas". Por último, la propia Administración española trabaja aún, dijo Solbes, en un informe que permita conocer con exactitud nuestros intereses y objetivos prioritarios.Idea matizadaEstos planteamientos, obviamente, difieren de manera sustancial de otros mucho más alegres y ambiciosos que podían escucharse hace no muchos meses en áreas del Gobierno. La idea, avanzada en un documento reservado estudiado la pasada primavera por el Consejo de Ministros, de que bajo la presidencia española podría, incluso, modificarse el funcionamiento deficiente de algunas instituciones comunitarias, como el Parlamento Europeo, ha quedado ahora notablemente matizada: "La reflexión sobre temas institucionales es algo delicado, que sigue abierto; no se puede tomar una iniciativa en el tema institucional si no se tiene la seguridad absoluta de que va a salir adelante", dijo ayer Solbes.

El secretario de Estado para las Relaciones con la CE también advirtió que en el Consejo Europeo que tendrá lugar en Madrid en junio "no se van a adoptar grandes decisiones de fondo" en cuanto a la unión monetaria; simplemente, se tomará contacto con el documento que elabora al respecto un comité de sabios del que forma parte el presidente del Banco Exterior, Miguel Boyer".Otro tanto ocurre, reconoció Solbes, con la idea de la ampliación del espacio social europeo, tan acariciada por España y Francia como combatida por el Reino Unido: "La dimensión social es un punto importante de la presidencia española, pero hay que saber que el margen de maniobra es muy reducido", dijo Solbes, que elogió el documento redactado al respecto por el comisario europeo Manuel Marín, "un documento que casi me atrevo a decir que es malo, pero que es el mejor de los posibles en el momento actual".

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