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Entrevista:

Clemente: "No pienso cambiar"

El técnico vasco vive momentos difíciles en el Español

La temporada pasada era el líder de un club que vivió los días más hermosos de su historia. Su fuerte personalidad oscureció a toda la directiva, y jugadores del Español y la afición lo elevaron a los altares, a pesar de perder la final de la Copa de la UEFA. Aquella noche aciaga fue recibido con gritos de "qué más". Ahora, esos mismos aficionados cantan "que se vaya". Javier Clemente, uno de los entrenadores españoles más prestigiosos y polémicos, se encuentra en una situación difícil. Sus ilusiones de entrenar a un equipo grande se han desvanecido, el Español no da el rendimiento esperado, su peculiar forma de ser está siendo puesta en tela de juicio y, encima, Clemente mantiene un contencioso inacabable con un diario deportivo. El técnico vasco no hace caso a quienes le aconsejan ser más diplomático y asegura que no piensa cambiar.

Pregunta. ¿Es usted feliz?Respuesta. Pues claro que lo soy. Sigo siendo tan feliz como el primer día que llegué al Español y de eso ya hace tres temporadas. Aunque los entrenadores tenemos una felicidad que yo llamo de sierra por aquello de que sube y baja.

P. Hace escasos días, esta misma semana, ha dicho públicamente que estaba harto.

R. Son cosas que se dicen en un momento determinado, pero estoy a gusto con mi trabajo. De lo que sí estoy harto, muy harto, es de que la gente se meta conmigo, que se escriban burradas y que insulten.

P. Usted parece disfrutar con ese tipo de incidentes.

R. No niego que tener disputas también me hace feliz porque yo siempro encuentro una gran satisfacción en decir siempre lo que pienso, aunque resulte incómodo incluso para mí.

P. ¿No sería mucho más rentable para usted ser más diplomático?

R. Es posible. Pero yo no pienso cambiar. Yo creo en mis ideas y sufriría mucho viendo ciertas cosas y no poder manifestarme.

La teoría de su esposa

P. Parece ser que su manera tan particular de actuar en el mundo del fútbol hace sufrir, de forma especial, a su esposa y a sus hijos.R. Es cierto. Hago sufrir a mi mujer, que siempre me dice que pase porque tanta polémica me perjudica para poder ir a un club grande. En cuanto a mis hijos posiblemente, todavía no se dan cuenta y yo prefiero que me vean tal como soy.

P. ¿Comparte la teoría de su esposa?

R. Quizá tenga razón. Mi aureola negativa, posiblemente, pesa más que mis conocimientos futbolísticos. Pero algún día me llegará la hora, aunque soy de la opinión de que en este país se suele fichar más a la gente que es menos fuerte de carácter.

P. ¿No está frustrado por no haber sido seleccionador nacional o entrenador del FC Barcelona?

R. En absoluto. Mi objetivo personal no es ése. No niego que entrenar a la selección o al Barcelona seduce a cualquiera. No lo he conseguido y seguiré haciendo méritos.

P. En más de una ocasión ha expresado sus preferencias por el Real Madrid. Si le dieran a elegir ¿con cuál se quedaría en estos momentos?

R. Es cierto que siempre he sido un fanático del Real Madrid, porque me gusta la forma en que se trabaja en ese club y cómo luchan sus jugadores. Pero en estos momentos, preferiría el Barcelona. En primer lugar, porque el club azulgrana ahora no es nada. Casi nunca es campeón de Liga y a mí me gusta lo difícil. Por otra parte, vivo en Barcelona y mis hijos estudian. Pero todo son hipótesis.

P. ¿Como el trabajar en el fútbol de Estados Unidos?

R. Es una posibilidad que también me seduce. En Estados Unidos, desde luego, no me pelearía con los mismos entrenadores y hasta podría hacer el negocio de mi vida, porque allí lo de las querellas contra periodistas se tasa en 100 millones de pesetas como mínimo.

P. ¿Por qué tiene tantafobia a los periodistas, si usted ejerce esporádicamente esa profesión en emisoras de radio y en televisión?

R. El periodismo me encanta. Respeto el análisis crítico, pero no el periodismo sucio, barriobajero, que a base de mentiras quiere forrarse.

P. ¿Usted no se equivoca nunca?

R. Me equivo como cualquier otra persona. En esta vida jamás se equivoca el que no toma decisiones.

P. Usted tiene fama de dictador.

R. Me han dicho dictador, que no es lo mismo, pero yo puedo asegurar que mi vestuario es el más democrático del mundo o, cuanto menos, que no hay otro más democrático que el mío; eso seguro. Quizá soy autoritario, porque es una consecuencia de lo que yo doy a mis jugadores.

P. ¿Admite que un jugador le diga que se ha equivocado en un planteamiento?

R. Lo admito antes de un partido, porque suelo dialogar con todos los jugadores aunque sin desvelar la alineación, pero no después.

"Disfruto viendo fútbol porque cada día es más competitivo"

Pregunta. ¿Qué le pasa a su Español?Respuesta. Pues que no estamos ganando partidos. Los chicos se entrenan bien, pero les veo con temor. La verdad es que no me esperaba una situación así. Creía que jugaríamos mejor.

P. Usted tiene contrato con el Español hasta el 30 de junio de 1990. ¿Lo cumplirá?

R. Pues, no lo sé. Si mejoramos, seguro. Pero no me preocupa. Aunque me echen no voy a tener problemas. Pero quiero que quede bien claro que no pienso renunciar a mi puesto de trabajo.

P. Entre otras cosas, porque no cobraría lo estipulado en su contrato. Pero puede provocar su destitución.

R. Sería muy guarro dejar a la plantilla en estos momentos.

P. ¿No está saturado de fútbol?

R. Ni hablar. Cada día me gusta más. Ahora disfruto viendo partidos como simple espectador, quizá porque el fútbol actual es cada vez más competitivo, aunque haya perdido espectacularidad. En este tinglado ocurre como con la informática, antes sólo estaba IBM y ahora todos zumban. Los mismo ocurrirá con la televisión, cuando lleguen las cadenas privadas.

P. ¿Cuando lloró por última vez?

R. Cuando fuí destituido como entrenador del Athlétic, pero sólo fue delante de los jugadores.

P. ¿Qué siente al ver como golean al Athlétic por Europa?

R. Me sienta faltal, pero hay que recordar que el técnico del Athlétic, Howard Kendall, hace tiempo que no había estado por Europa por su condición de británico.

P. ¿Sueña con regresar algún día a San Mamés?

R. Para qué negarlo, pero es un sueño de una persona que está despierta.

P. Lo tiene difícil mientras esté de presidente Pedro Aurtenetxe.

R. Es cierto. Mi amistad con él es imposible. Su carácter no le permitiría que yo fuera entrenador del Athlétic porque tendría que renunciar a muchas cosas.

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