_
_
_
_
_

Patricio Bañados

15 minutos bastaron para acabar con 15 años

"Quince minutos en 15 años no es mucho", dijo Patricio Bañados, conductor de la franja publicitaria del no, cuando comenzó la propaganda política en la televisión chilena para el referéndum. Sereno, con voz relajada y amable, un locutor chileno que pasó por la escuela de la BBC de Londres invitó todos los días de la campaña a votar contra el general Augusto Pinochet para que, "a más tardar en un año, haya elecciones presidenciales con varios candidatos". Y con evidente éxito, a tenor de los resultados obtenidos.

Pero Bañados, de 53 años y con tres hijos, votó no por otra razón: "Derechos humanos; todo se puede sintetizar en estas dos palabras. Los derechos humanos comienzan a violarse desde que desapareció la democracia cuando una persona impuso su voluntad al país. Desde entonces se desgranó inevitablemente toda clase de abusos y horrores, los desaparecidos, la tortura, los crímenes no aclarados".Todas las noches hay 4,5 millones de telespectadores, y un 70% de los televisores se encendieron para ver las franjas publicitarias: "Sentía una enorme presión por lo que estaba haciendo y a quien me enfrentaba", afirma Bañados. Pero el locutor mantuvo la serenidad frente a las cámaras. Presentaba la opción no a los entrevista dos, los videoclips y las no-noticias, y aparecía con un arco iris el símbolo opositor, a sus espaldas, haciendo llamamientos a decir "no, sin odio, sin violencia".

A pesar del temor inicial de que ignoraría los temas de dere chos humanos, la publicidad opositora terminó incluyéndo los, aunque dosificados. Baña dos cree que estuvieran cerca de los que se sentían aislados. "Le dimos un sello de legitimidad al no", añade.

Según él, "como expresión de equidad, o siquiera de cosmética de apertura, la franja publicitaria de televisión es una farsa". "Desde que comenzó la campaña, todos los noticiarios de televisión estuvieron teñidos a favor del Gobierno -unos, de manera más burda, y otros, más sutil- y hubo programas regulares y especiales a favor del régimen", sostiene Bañados.

El locutor estudió leyes primero, y después, teatro. En la década de los sesenta fue el primero en presentar actos públicos para la televisión. Después emigró a Europa, donde trabajó en la BBC, la radio holandesa y La Voz de América. A su vuelta a Chile fue conductor de noticiarios en televisión y tuvo sus primeras pugnas con el régimen.

Bañados cuenta que como locutor en los telediarios "cambiaba sistemáticam ente los textos de las noticias u omitía párrafos completos" en un boicoteo anónimo contra una televisión cautiva del régimen militar, hasta que trascendió. Jamás utilizó la expresión "presuntos detenidos desaparecidos", "porque no son presuntos", explica, ni "detuvieron a un terrorista", sino "detuvieron a una persona a la que se acusa de terrorista". En una paradoja mayúscula, un director le alejó de la cámaras con esta explicación: "No quiero tener un censor de las noticias".

A pesar de que estaba casi proscrito en televisión desde hace tres años, el Comando del No le invitó como presentador de los 15 minutos de su franja publicitaria. Bañados improvisaba sobre la base de apuntes. Ya puede anotar otro jalón en su carrera profesional: cuando el régimen censuró un programa del no por contener denuncias de un juez sobre torturas de la policía, por primera vez en 15 años hubo un caceroleo espontáneo, no convocado.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_