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Los Reyes y los príncipes de Gales intentan evitar en el mar el acoso de los reporteros

Los Reyes de España y sus invitados los príncipes de Gales, Carlos y Diana, embarcaron ayer en el yate real español en su primer día de vacaciones en Palma de Mallorca. El Fortuna, pilotado por el Monarca español, se dirigió a la isla de Cabrera para evitar el agobian te acoso de los reporteros. La embarcación permaneció durante todo el día en aquella zona, de acceso prohibido a los civiles, ya que se trata de un área militar restringida.

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El 'Fortuna'

Muchos propietarios de yates de Palma y de Puerto Portals rehusaron alquilar sus embarcaciones para que los reporteros pudieran seguir al Fortuna. Varias agencias de alquiler de yates mostraron su preocupación cuando unos reporteros intentaron contratar sus motoras. "No quiero tener problemas", comentó a EL PAÍS el propietario de una de las agencias, que no se había tomado la molestia de consultar con las autoridades marítimas si podía o no alquilar su embarcación a cuatro periodistas londinensesDe otro lado, un miembro de la Comandancia General de la Zona Militar de Baleares confirmó que "no hay órdenes de evitar la salida al mar de yates con periodistas a bordo; en tal caso, la escolta del Fortuna es la que se encargará de que les dejen pasar [a los Reyes y a los príncipes de Gales] el día tranquilo".

Los reporteros gráficos que cubren la visita de Carlos y Diana se molestaron ayer por el hecho de que la furgoneta que fue a recoger a los príncipes de Gales al aeropuerto el pasado jueves tuviera los cristales ahumados. Esa circunstancia impidió ayer que el esperado rostro de la princesa Diana fuera captado con nitidez por los 200 fotógrafos que se encuentran en la isla.

Desde las nueve de la mañana, decenas de reporteros, ansiosos de ver por vez primera a Diana en bañador, se situaron en una rampa próxima a la base de la Armada, justo delante del chalé de los duques de Badajoz que debe ser parcialmente derribado, según una resolución del Ayuntamiento de Palma. Desde este estrátegico punto, situado en Puerto Pi, los reporteros podían divisar el Fortuna con toda nitidez. La embarcación estaba amarrada a una distancia de 400 metros. Pese a las enormes medidas de seguridad que rodean al Rey y a sus invitados, la policía permitió que los reporteros captaran imágenes desde ese punto, que estaba sujeto a un rígido control policial.

A las 11.35 horas, la misma furgoneta en la que los príncipes de Gales llegaron de Marivent apareció en el muelle del Fortuna, acompañados de Constantino de Grecia. En unos pocos segundos, la imagen del príncipe Carlos saludando al capitán del Fortuna, Richard Cross, y la de Diana, quien llevaba un vestido estampado, subiendo a la cubierta del yate, quedaron registradas en decenas de películas.

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Hoy está previsto que don Juan Carlos y doña Sofía posen para la Prensa nacional e internacional en compañía de Carlos, Diana y sus hijos Gillermo y Enrique. Será la tercera edición de un retrato de familia que se ha convertido en un clásico de verano balear.

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