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Yasen N. Zasursky

Cómo aprender a explicar la verdad en la Unión Soviética

Yasen N. Zasursky, de 58 años, ha sobrevivido en su cargo a tres secretarios generales del Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS). Ha visto morir a Leonid Breznev, Yuri Andropov y Constantin Chernenko, y nacer, de la mano de Mijail Gorbachov, la perestroika (reestructuración) y la glasnost (transparencia informativa). Es desde hace 23 años decano de la facultad de Periodismo de Moscú, donde los estudiantes aprenden ahora "a hacer el trabajo con las manos limpias, a explicar la verdad".

Zasursky, que ha estudiado inglés y literatura norteamericana, trabajó primero en la Casa de Publicaciones y después como profesor de Historia del Periodismo de la facultad de Moscú. Con 35 años accedió al decanato de esta facultad, una de las 24 existentes en la URSS. Desde este cargo ha visto cómo las reformas tecnológicas emprendidas por Breznev en la industria y la agricultura nunca llegaron a los medios de comunicación y cómo Gorbachov ha convertido a los mass media (utiliza la expresión inglesa para referirse a los medios de comunicación) en la punta de lanza de la perestroika y la glasnost.El profesor soviético, que ha asistido en Barcelona al congreso bianual de la Asociación Internacional de Estudios e Investigaciones sobre la Información, recuerda que la dirección de Pravda, el órgano central del PCUS, no aceptó las conclusiones de una conferencia sobre renovación tecnológica que se celebró en Moscú en 1970. "Es imposible producir un gran diario como Pravda en offset", dijeron. "Entonces", sigue recordando Zasursky, "compraron linotipias" en la República Democrática Alemana (RDA), "las últimas linotipias, porque dejaron de fabricarse".

Zasursky recuerda como una anécdota este hecho, sucedido durante la era Breznev, y pasa prácticamente de puntillas sobre los mandatos de Androppov y Chernenko. Como si de un interregno se tratara, del mandato del último ni habla. "Andropov", dice, "tuvo una vida muy corta, cayó enseguida enfermo y murió". El cambio para la Prensa soviética llega con Gorbachov. Los medios de comunicación pasan a convertirse "en un instrumento de control público, de denuncia de la corrupcion y de crítica de la mala gestión en las empresas". Y la credibilidad de estos medios parece subir enteros entre los lectores soviéticos. "Algunas revistas", señala Zasursky, "han multiplicado por 2,5 su difusión anterior".

Creada en 1947 "con el objetivo de introducir después de la guerra sangre fresca en los periodistas", la facultad de Periodismo de Moscú parece recuperar con Gorbachov esta consigna. "Algunos profesionales están intentando enseñar a nuestros estudiantes a hacer el trabajo con las manos limpias, a explicar la verdad", dice.

Zasursky, que compagina sus tareas académicas con la publicación de artículos sobre política norteamericana en la revista Literaturnaya Gazeta, reconoce, sin embargo, que esta pulcritud no siempre es posible. "La práctica no completa las enseñanzas de los profesionales porque los directivos de la industria y la burocracia impiden que trabajen como deberían de trabajar". Al decano le consta, sin embargo, que los 1.500 alumnos que cada año terminan los estudios en su facultad "quieren trabajar bien". Con la manos limpias, para explicar la verdad.

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