El magistrado Lorenzo-Penalva se entrega en la cárcel de Lérida 2
El juez Carlos Lorenzo-Penalva, condenado por el Tribunal Supremo a la pena de seis años y cuatro meses de prisión y a 38 millones de pesetas de multa por los delitos de cohecho (soborno) y falsedad en documentos, se presentó voluntariamente ayer en el centro penitenciario Lérida 2. El magistrado se encontraba en paradero desconocido desde el pasado viernes día 15, fecha en que la Sala Segunda del Supremo hizo público el fallo que le condenaba junto al juez Joaquín García Lavernia y a otros seis procesados en el caso.
El magistrado Lorenzo-Penalva, de 57 años de edad, ingresó de forma voluntaria en Lérida 2 a las 18.30 de ayer, según señalaron fuentes penitenciarias. El juez fue acompañado de su letrado, Joan Piqué Vidal.Por ahora se desconoce cuál ha sido el paradero del magistrado durante esta semana. Piqué Vidal declaró ayer a este diario que el magistrado le llamó por teléfono el miércoles y que el juez le informó de que estaba en París.
En la noche del jueves, Lorenzo-Penalva volvió a telefonear al letrado pero esta vez no le especificó desde dónde lo hacía, según relató ayer Piqué. En esa última comunicación, el magistrado le informó que había decidido entregarse. El abogado y el juez se encontraron ayer a las tres de la tarde en un lugar no precisado y ambos se trasladaron a la cárcel en el vehículo del letrado.
La policía, sin embargo, está convencida de que el juez no ha abandonado nunca el territorio español. Fuentes policiales explicaron que el magistrado debió presentarse en las cercanías de la cárcel con algún tipo de camuflaje, ya que no fue reconocido por los agentes que vigilaban los accesos a la prisión.
Contra el juez había sido decretada una orden de busca y captura, que fue cursada también a la Interpol, por considerar que se podía hallar fuera de España con el fin de eludir la condena. Durante los primeros días de su desaparición se especuló con la posibilidad de que pudiera encontrarse en Palma de Mallorca, donde el magistrado posee un chalé en la urbanización de Bendinat.
Joan Piqué Vidal ha manifestado en repetidas ocasiones durante esta semana que el magistrado se entregaría a las autoridades porque no tenía intención de eludir la condena. Según el letrado, Lorenzo-Penalva manifestó su deseo de conocer el fallo, del que fue informado por el abogado en la llamada telefónica del pasado miércoles.
El mismo día el magistrado remitió un telegrama al presidente de la Sala Segunda del Tribunal Supremo, Enrique Ruiz Vadillo, en el que aseguraba que acataba la sentencia y anunciaba que estaba dispuesto a cumplir la condena.
Carlos Lorenzo-Penalva fue alojado ayer en el departamento de ingresos de Lérida 2, sección que también ocupa el juez Joaquín García Lavernia desde su ingreso. Los dos magistrados y los abogados Juan de La Cruz Magri Barrera y Carlos Vidal Rius, condenados a tres y dos años de prisión, respectivamente, por la misma causa, compartirán el mismo departamento hasta que las autoridades penitenciarias habiliten una zona especial.
El juez de vigilancia penitenciaria de Lérida, Rodrigo Pita, ha cursado ya instrucciones en este sentido, al considerar que estos presos no pueden estar en contacto con el resto de los internos de Lérida 2. Piqué Vidal manifestó ayer que una vez que a los magistrados les sea notificada la sentencia en la cárcel se estudiará la vía de recurso que se presentará contra la sentencia.
Con la entrega de Lorenzo-Penalva, queda únicamente en paradero desconocido el abogado Pedro Norberto Trullás de los condenados que debían ingresar en prisión. La policía sospecha que se encuentra en Suramérica.
Los delitos por los que los dos jueces han sido condenados fueron cometidos cuando eran titulares de dos juzgados, de Primera Instancia de Barcelona al ponerse de acuerdo con un grupo de profesionales del Derecho para repartirse los beneficios derivados de la intervención de éstos en las supensiones de pagos y quiebras.
