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Pujol discrepa de la política de autovías y apoya la construcción de autopistas

El presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, lanzó un reto al Gobierno en materia de comunicaciones cuando aseguró que "el futuro de las redes viarias europeas pasa por las autopistas y no por las autovías, como defiende el PSOE". El presidente catalán se mostró "sumamente insatisfecho" con el nivel de participación de las comunidades autónomas en las decisiones que adopta el Gobierno en temas referentes a la Comunidad Europea (CE).

Pujol, que clausuró en la Universidad Menéndez y Pelayo de Santander un curso titulado El Acta única Europea: el horizonte europeo de fin de siglo, aprovechó su visita a la comunidad cántabra, que se prolongará hasta el domingo, para mantener varias entrevistas con las autoridades regionales y locales.En su intervención, Pujol se refirió a la urgente necesidad de reformar la política económica y fiscal del Gobierno, en lo que atañe a la competitividad y capacidad de proyección internacional de las empresas. Señaló que si el ministro de Economía, Carlos Solchaga, ha pedido una prórroga de dos años para la aplicación de la libertad de circulación de capitales en la CE es porque tiene necesidad de ajustar la legislación fiscal española a la de los países comunitarios. Añadió que "el ministro puede tener ideas muy brillantes sobre la fiscalidad, pero muchas de ellas difícilmente podrá aplicarlas".

Pujol sostuvo durante su conferencia que la acción regional es muy importante desde el punto de vista de la competitividad, del progreso y de la modernidad y señaló que ahora que los Estados "están perdiendo frente a Bruselas gran parte de su poder de decisión macroeconómica" se está produciendo como contrapartida un intento de la Administración central por recuperar competencias. "Cada vez la macroeconomía nos vendrá más dictada desde fuera y cada vez más la microeconomía y la creación del entorno decidirán más acerca del grado de aprovechamiento de la coyuntura general y de la política macroeconómica", defendió.

Por consiguiente, en opinión de Pujol, el proceso histórico actual juega a favor de las autonomías y de las regiones en términos muy generales. En esa misma línea argumentó que las competencias que tiene la Administración central -alguna de ellas por lo menos van a la baja "y en cambio las de las autonomías son cada vez más idóneas para llevar a cabo una política de progreso".

Tras insistir repetidamente en que él era un político nacionalista aseguró que la Europa Unida que se está construyendo va a ser una Europa de Estados "y no una Europa de 200 regiones" y no compartió la opinión de los que ven en la unificación europea un medio para la supresión de los Estados.

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