"La perfección no existe, y además es fascista"
No pude hacerle la entrevista por teléfono: las líneas estaban ocupadas o cortadas por el personal de Telefónica para protestar. O la línea de mi teléfono se hallaba interrumpida por avería debida a una tormenta. Pero al natural es mucho mejor: la imagen de la felicidad y la fe en uno mismo.Pregunta. ¿Qué tal le sientan las críticas?
Respuesta. Son correctas, pero quizá falte a los analistas saber por qué y cuándo se arreglará.
P. ¿Por qué y cuándo?
R. El problema es que al niño España se le ha quedado pequeña la chaqueta. La primera parte que se va a adaptar va a ser la Telefónica. En seis meses, la gente volverá a sentir que esto funciona.
P. ¿Presta más atención a la cuenta de resultados que al servicio?
R. Me acusan de eso, y también de dedicarme más al exterior que al interior. Niego que ambos conceptos sean contradictorios. Arreglaremos Telefónica porque la cuenta de resultados ha salido bien, y, por otra parte, una empresa o un país que no piensan en el mercado exterior o en el futuro se quedan atrás.
P. Todo eso de la electrónica, ¿le fascina mucho?
R. Yo creo que estamos ante una civilización de las comunicaciones. Lo atractivo de lo que se avecina es que vamos al hombre solo en casa, pero bien comunicado.
P. Y también más manejable.
R. No, al contrario. Llegará un momento en que cada cual podrá votar en el Congreso desde su casa.
P. Será como el Sermómetro. ¿Qué usa más, teléfono u ordenador?
R. Teléfono. El ordenador lo manejan mejor mis hijos que yo.
P. Siendo tan futurista, ¿eso no le frustra?
R. Si uno adecua su situación al entorno, no siente frustración. Es lo que he hecho siempre, y por eso me siento feliz. Yo no ambiciono, sueño.
P. A usted le gusta mucho escribir.
R. Pertenezco a una familia en la que escribir es una forma de comunicación. Don Ezequiel Solana escribía libros para las escuelas, y don Salvador de Madariaga escribía para las clases medias. Yo escribo para comunicarme.
Felipe
P. Y también para alabar a Felipe González.
R. Yo estoy convencido de que el presidente del Gobierno es una personalidad fundamental para definir la España de hoy y lo que significa la socialdemocracia para el sur de Europa.
P. ¿Y descubrió usted que González era socialdemócrata cuando él aún creía ser socialista o después?
R. El concepto socialista hay que matizarlo, porque también lo usa la Unión Soviética.
P. Hace dos años le dieron el título de Tonto Contemporáneo. ¿Se irritó?
R. Al contrario. También se lo dieron a Mariano Rubio y al duque de Alba, lo que demuestra que hay tontos de primera división.
P. Usted, siempre en cabeza.
R. Me gusta hacer las cosas cada vez mejor. Pero la perfección no existe, e incluso es un poco fascista.
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