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Aulestia propugna un plan consensuado sobre los problemas del País Vasco

Kepa Aulestia, reelegido secretario general de Euskadiko Ezkerra (EE) en el tercer congreso de este partido, propuso ayer al resto de las fuerzas políticas vascas la adopción del un plan general de intervención sobre los problemas económicos, sociales, culturales e institucionales de Euskadi. El secretario general de EE formuló su propuesta durante la clausura del congreso de su partido celebrado el pasado fin de semana en San Sebastián.

En el acto de clausura del tercer Congreso de EE intervinieron, con palabras de felicitación y agradecimiento, el presidente del Parlamento vasco, el socialista Jesús Eguiguren; el presidente de Eusko Alkartasuna, Carlos Garaikoetxea, y significados representantes del resto de las formaciones políticas vascas, con la excepción del Partido Socialista de Euskadi (PSOE) y de Herri Batasuna (HB), que declinaron la invitación.El congreso, inaugurado el viernes pasado en un acto en el que intervino el lehendakari José Antonio Ardanza, ha ratificado a Juan María Bandrés en su cargo de presidente y renovado más del 50% de su comité nacional. A lo largo de estos tres días de debates y votaciones, abiertas al público, EE ha asumido la estrategia del consenso como necesidad histórica de una sociedad fragmentada y desarticulada, y ha desmitificado, a favor de los proyectos políticos, el concepto trascendental del partido. Kepa Aulestia dijo ante los 700 delegados que "Euskadiko Ezkerra no quiere llegar al Gobierno, sino gobernar", y a continuación planteó la necesidad de alcanzar un gran acuerdo político y social que supere "la estrecha lógica bipartidista Partido Nacionalista Vasco-Partido Socialista Obrero Español", partidos estos últimos que componen el actual Gobierno vasco.

Aulestia condicionó la política de alianzas de Euskadiko Ezkerra al abandono por parte del "nacionalismo tradicional" de toda "pretensión totalitaria, excluyente, hegemonista" y a la "asunción consecuente, por parte del PSE-PSOE, de un proyecto integrador de la sociedad vasca".

En aparente alusión a Eusko Alkartasuna, Kepa Aulestia afirmó que un proyecto nacional es un proyecto social en el que no caben soluciones mágicas juirídico-políticas "ni los saltos al vacío de quienes velada o irresponsablemente enarbolan de vez en cuando la bandera de la reforma estatutaria". Y añadió: "La solidez de un proyecto nacional no puede medirse en términos competenciales, sino en términos de articulación e integración social".

A su juicio, el desapego social respecto a la autonomía y la escasa credibilidad que gozan las instituciones vascas, que muestran las encuestas, no se debe tanto a que los ciudadanos vascos deseen mayores cotas de autogobierno, "sino porque no hemos logrado convertir el autogobierno en sinónimo de bienestar social".

El congreso de Euskadiko Ezkerra contó entre sus invitados con la presencia de numerosos organismos, desde Jueces para la Democracia hasta los representantes del cuerpo consular, además de dirigientes de las fuerzas políticas de los sindicatos y de movimientos y organizaciones internacionales. El cónsul de Austria reconoció, saludó y departió amistosamente con un antiguo activista de ETA Político-militar, hoy militante de Euskadiko Ezkerra, que formó parte del comando que le secuestró en 1980, la última acción llevada a cabo por ese grupo etarra, ya desparecido.

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