Retirado el carné por cinco años y multa de 200.000 pesetas a un 'kamikaze'
Un conductor kamikaze detenido el pasado 20 de febrero cuando transitaba en sentido contrario por la autopista que une Oviedo, Gijón y Avilés, conocida como la Y, ha sido condenado con la privación del carné de conducir durante cinco años y el pago de una multa de 200.000 pesetas por el titular del Juzgado de Primera Instancia número 5 de Gijón.
Manuel Eduardo Hevia Puente, de 45 años de edad, camionero de profesión, recorrió cinco kilómetros en sentido contrario por la autopista, al volante de un Seat 131 bajo los efectos de una intoxicación etílica. El conductor fue detenido por la Guardia Civil cuando se encontraba durmiendo en el interior del vehículo, estacionado en un arcén de la autopisata.En su sentencia, el juez, Cayetano Rodríguez González, califica los hechos como un delito contra la seguridad del tráfico y añade que la conducción bajo los efectos del alcohol implica el desprecio más absoluto a la seguridad de los demás. Entiende asimismo que el fallo judicial puede servir al procesado como recordatorio.
El juez decidió elevar la condena solicitada por el fiscal -100.000 pesetas de multa y cinco de retirada del carné "porque la actuación del acusado exige un reproche penal que, dentro de los límites de la pena que corresponde imponer, sea lo suficientemente grave para que alerte al infractor en el futuro".
El procesado y la defensa reconocieron en la vista oral, celebrada la semana pasada, que el ahora condenado había estado ingiriendo bebidas alcohólicas el día de los hechos, si bien alegaron la insuficiencia de la señalización existente en la autopista.
Hevia Puente es uno de los dos conductores que fueron detenidos en esa autopista en los últimos meses. El otro conductor, Juan José N.R., fue condenado a 180.000 de multa y la retirada del permiso de conducir por cinco años el 14 de abril por el juzgado número 4 de primera instancia de Gijón. Hace unos 10 años se dieron en esa autopista los primeros hechos de este tipo, que produjeron incluso víctimas mortales.
