Los árbitros de Banca Catalana
El señor Prenafeta ha dejado por un momento su tranquilo puesto de asesor presidencia¡ en la sombra y se ha atrevido a dar personalmente una conferencia. A mí esto me ha parecido de maravilla, porque así podremos juzgar a este señor por nosotros mismos. Por de pronto, he de decir que me ha molestado que dijera que en la cuestión de la banca en Cataluña los árbitros no habían sido imparciales. Pienso en primer lugar que estando tan cerca en el tiempo el affaire Banca Catalana, la más elemental prudencia debería aconsejar al brazo derecho de Jordi Pujol no menear mucho el tema bancario, porque si una cosa ha quedado sobradamente demostrada ha sido, sin duda, la incapacidad gestora de los antiguos directivos de Banca Catalana, como bien ha puesto de relieve su pronto reflotamiento de la mano del Banco de Vizcaya. En segundo lugar, no hay que olvidar que la crisis de esta banca ha costado al contribuyente más de 280.000 millones, por lo que me parece bastante inadecuado, por no decir temerario, afirmar o sugerir que la Administración central, el Banco de España y las demás instituciones bancarias españolas no actuaron de acuerdo con la ley y la costumbre. Si los catalanes no somos fuertes bancariamente hablando, se debe exclusivamente a nosotros mismos, y no hay que echarle la culpa al árbitro de nuestros propios errores históricos. Aquí, señores, como en tantas otras cosas, no sirve hacer asomar el fantasma del centralismo, porque, ya ven, el mayor banco español del momento no tiene precisamente su sede en Madrid.- Hospitalet de Llobregat, Barcelona.
